Neon Lights [Z.M]

11

Faltaba una hora para que Zayn pasara a por mí. Me estaba maquillando cuando recibí un mensaje suyo.

"Necesito verte ya. Esta hora se me está haciendo eterna."

Sonreí al móvil como una idiota. Lo que me hacía sentir no era ni medio normal.

Me terminé de maquillar y me puse un vestido suelto de color rosa pálido con unos tacones del mismo color, me eché unas gotas de mi perfume favorito y voilá.

Daniela se quedaría esta noche con la pequeña. Esa chica era un encanto.

A las ocho vino mi moreno y me llevó  a una especie de cabaña que tenía en las afueras de la ciudad.

-Es de mis padres. Les gusta mucho el campo y la naturaleza y siempre que pueden vienen a evadirse del trabajo y del agobio de la ciudad-Dijo mi moreno mientras abría la puerta.

La cabaña era espaciosa y muy acogedora. Cuando entré todo estaba decorado con velas. Había una mesa con cubiertos puestos y champán.

-¿A qué viene todo esto?-pregunté

-¿No te gusta?

-No.

Me miró confuso.

-Me encanta tonto. Es precioso-Dije mientras le daba un beso en sus labios.

-Eres mala conmigo.

-Ya ya...

Cenamos tranquilamente. Zayn preparó la cena y estaba riquísima. Estaba inquieto, nervioso y la verdad yo también.

Nos encontrábamos fuera, en la parte exterior de la cabaña.

-Chloe

-Dime-Le miré a los ojos.

Zayn´s POV

Estaba sumamente nervioso. Había preparada todo esto para ella. Para decirle que fuera mi novia. Sabía que no estaba haciendo lo correcto, pero me daba igual no hacerlo. Quería disfrutar de ella, estar junto a ella y quererla antes de que me casara con Perrie Edwards. Una mujer que solo había visto una vez en mi vida. Al parecer seguía de viaje y era por un tiempo indefinido. Asi que el tiempo que estuviera lo disfrutaría con la mujer que quiería, aunque de esto no saliese nada bueno.  Porque yo, Zayn Malik, estoy completamente enamorado de esta mujer que me estaba mirando a los ojos. A veces no me lo creía ni yo. Nunca había pedido salir a una chica. En realidad eran  ellas las que me lo pedían  a mí.

Me acerqué a mi pequeña y puse mis manos en su cintura acercándola a mí. La abracé como nunca lo había hecho.

Inspiré su aroma a vainilla. Me volvía loco.Besé su cuello;sé que eso a ella le enloquecía.

-Sé mi novia. Sé mia-Susurré lentamente en su cuello. Su piel se erizó  y la miré a los ojos. Tenía una dulce sonrisa, era tan inocente, tan maravillosa.

No respondía.

-¿Qué me dices? ¿Quieres ser mi novia?

Me besó de una manera tierna y dulce.

-¿Eso responde a tu pregunta?-Sonrió en mis labios.

-Eres preciosa.-Le besé y entramos en la cabaña sin romper el beso. Era un beso intenso, de necesidad. La tumbé en el sofá y me acomodé encima suya sin dejar caer mi peso. Estábamos entre caricias y besos y todo se estaba volviendo muy intenso. Debía parar o si no no sé que pasaría.

-Te quiero-Susurré.

 [...]