Atormentados

Atormentada.

Atormentada sin sentido alguno,
con chubascos que golpean mis ideas,
relámpagos que no hacen más que paralizarme
y truenos que en vez de ensordecerme,
me ciegan
y me quedo en una esquina,
perdida,
como lo estaba al principio,
antes de que llegarás tú.

La lluvia me desordena y me confunde,
me congela el alma
y yo solo puedo llorarle
y pedirle que todo esto termine.
Que si nada de esto hubiera pasado
hubiera dejado que el calor de la chimenea me abrazara otra vez,
en vez de buscar esa calidez en ti
ya que no me la podías dar.

Atormentada,
congelada y a veces derretida,
harta de hacer de paraguas con tus movidas,
que ya no disfruto tanto de las tormentas.
En estos momentos
sólo deseo caer con rapidez como lo hace la lluvia,
ser una gota de agua más entre otras
y que el cielo se olvide de mi de una vez por todas.