Madrugadas sin descanso

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El sueño que nunca existió,
El cansancio que faltó
Son la una son casi las dos
Y aún despierto estoy

Tomo asiento afuera, en el corredor
Escucho gatos pelear, grillos sonar un perro a lo lejos ladrar
Pero no escucho nada más

El viento pega en mi espalda
y escalofríos suben hasta mi cabeza
Los cielos estrellados
y una luna a medio llenar
Pero tú no estás

Esta quizás sea la quinta o sexta,
Quizá he perdido la cuenta de
madrugadas sin descanso.
De observar por mi ventana y no encontrar nada

No encontrar ni la belleza
de los bambúes bailar al son del viento.
No encontrar lo intrigante de las luces
que parpadean en las calles lejanas.
Pues tú ya no estás

Busco, clamo y lloro.
Lloro, clamo y busco.
No hay orden específico
En el desespero de encontrarte

Dónde tú estás?
Dónde yo estoy?
Separados? Fuiste tú o soy yo?
La verdad ya no sé ni quién soy

una posible triste historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora