S E I S

2.4K 208 100
                                    

No sé como reaccionar. No sé si ponerme feliz, o asustarme. Si debo arrancar o quedarme. Si esto es bueno o es malo.

Justin se me queda viendo. Se le nota muy confundido, y amedrentado en partes iguales. Por un momento no parece estar aquí. Parece que sus pensamientos, que su cabeza, le han consumido, pero en un momento llegado sacude la cabeza y restriega su cara con ambas manos.

Vuelve a mirarme, y creo estar de la misma manera que él. Confundida, y atemorizada.

-Necesito una explicación - masculla.

No suena seguro. No está seguro de querer saber que es lo que hay detrás de todo lo que ha soñado... O recordado más bien.

Trago con dificultad, y muerdo mi labio.

-Brooke - me llama exigente.

Mi nombre vuelve a sonar de esa manera tan familiar, que hace acelerar mi corazón y me entrega la suficiente confianza como para hablar.

-¿Qué cosas ha soñado? - pregunto cuidadosamente.

-Muchas cosas, Brooke. Muchas cosas perturbadoras - muerdo mi labio - Todo comenzó cuando la ayudé ese día que cayó - sacude su cabello - Cuando tomé su mano... Tuve un par de visiones. Desde ese momento no he parado de soñar una y otra vez con usted - dice con estupor.

Quisiera saltar en un pié. Le sucedió exactamente lo mismo que a mí. ¡Está recordando! Y ahora mismo quisiera ponerme a llorar de alegria.

-¿Está seguro de qué son sueños? - frunce el ceño.

-¿De qué me está hablando? - pregunta.

-De recuerdos - digo con la voz enronquecida de emociones.

-¿Recuerdos? - suelta una carcajada - ¿De qué está hablando? - suena irritado - Nunca antes le había visto.

Auch, auch, y auch. Eso dolió más de lo que esperaba. Saber que no me recuerda es una cosa, pero que me lo diga frente a frente es mucho peor.

-¿Entonces para qué se molesta en venir aquí por unos simples sueños? - pregunto con mesura.

-Solamente quería verificar si ésta cabaña existía en realidad, y me la he encontrado a usted. ¿No es extraño? - sacude su cabello nuevamente en un gesto nervioso - Necesito una explicación, y usted parece saber más que yo.

Suspiro, y cuando él ve que no digo nada, vuelve a insistir.

-Por favor, Brooke - me regaña.

Trago con dificultad y vuelvo a dudar. Y es que estoy en mi derecho.

No sé que hacer. ¿Debería decirle la verdad? Ó, simplemente ¿debería ocultarla?

Estoy feliz, y confundida a la vez.

No puedes llegar y decirle a alguien que ni si quiera te recuerda, que todo lo que ha "soñado" son solo recuerdos de lo que alguna vez sucedió.

¡Suena loco!

Y deduzco que no reaccionará muy bien.

-¿Brooke? - insiste.

-Señor Bieber, tal vez... No debería darle importancia a unos simples sueños - digo con voz temblorosa.

-No le hubiese dado importancia, si para empezar esta cabaña, con la que también soñé; no existiera, y no le hubiese dado aún más importancia, si no le hubiese encontrado aquí. Debe contarme que sucede.

-Solo son sue...

-Habló de recuerdos, señorita Grey.

Silecio de nuevo.

My Stupid DirectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora