Amorío

Capítulo 08

- Angelita – Henry me abrazó por detrás, cuando salíamos de las últimas clases y pronuncio mi apodo con un susurro en mi oído

- Hola – saludé - ¿nos vamos?

Henry me soltó y eso hizo que yo volteara para mirarlo a la cara. Justo entonces mis amigos se despidieron. Ya venían por Keli y no era necesario acompañarla a la estación de autobuses.
Para cuando mis amigos se fueron yo seguía mirando a Henry, él había hecho una mueca.

- ¿Qué sucede? – pregunté inquieta

- Me castigaron – contestó Henry, agachando la cabeza – tengo que ir a la dirección. ¿Me esperas?

Sonreí.

- Claro que sí, yo espero afuera – dije, no tenía prisa

Henry me abrazó antes de salir corriendo hacia la dirección. Después le preguntaría porque lo habían
castigado. Caminé hacia la salida, ya todos se habían ido. Escuchaba claramente mis pasos que hacían
eco en la grande escuela.
Al fin afuera.
Me recosté contra la pared, dispuesta a esperar un rato. No sabía cómo distraerme. ¿Cuánto se demoraría Henry?
Resople.
Muy tontamente comencé a observar mis zapatos nuevos, o tenis. Entonces unas zapatillas demasiado limpias, se acercaron a mis sucios tenis. Alcé la mirada para ver quién era y fue una gran sorpresa ver parado tan cerca mío a… Eliot.

- Hola – saludó con voz alegre, como si le pusiera feliz verme

No le respondí rápido. Yo lo observaba detenidamente. No había cambiado mucho desde la última
vez que lo vi, pero ahora que me ponía a observarlo mejor, me di cuenta que era mucho más alto que
yo, aun más alto que Henry y por supuesto más fuerte, a juzgar por los músculos que eran visible por su polo licra que llevaba. Traía un rico perfume.

- Hola – dije después de un momento

- ¿Te olvidaron o qué? – preguntó Eliot, de repente con ganas de fregarme la paciencia.

Voltee los ojos, irritada. A Eliot le parecía graciosa toda mi molestia, lo disfrutaba tanto, al igual que su hermana. ¿Sería porque me odiaban?

- Estoy esperando a alguien – contesté, aunque no sabía porque le contestaba

Eliot se acomodó a mi costado, apoyándose contra la pared.

- Y… ¿Cómo estás? – preguntó después

- Bien, hasta que viniste – contesté irritada, ni siquiera lo mire

Pero escuché como Eliot se reía por lo bajo.

- En ese caso debería venir más seguido

Esta vez le mire ceñuda y el desvió la mirada hacia otro lado.

- ¿Qué haces aquí? – pregunté

Eliot resopló.

- Pues, se supone que venía a recoger a mi hermana, pero creo que llegué un poco tarde – dijo con pesar

Tuve que hacer un gran esfuerzo para no reírme o burlarme, daba igual.

- Pero nada gano quedándome, ¿verdad? – y sin esperar respuesta, dio marcha hacia donde estaba
estacionado su auto. Su precioso auto deportivo.
Lo observé mientras se alejaba.
Se fue.
"Bueno, al menos no había viajado otra vez" pensé. Era rara la emoción que tenía lugar en mi corazón,el sentimiento de la… ¿Tranquilidad? ¿Pero tranquilidad de qué? ¿Que no se hubiera ido otra vez? ¿Pero realmente me importaba? No, claro que no me importaba.
Para cuando Henry salió de la escuela, yo estaba hecha un lio. Y lo que más me molestaba era que el culpable de aquello, había sido, ver de nuevo a Eliot durante todo este tiempo que no fue así. Y ahora lo detestaba más.