Enamorado De Mi Jefa

*Capítulo 30*

Pasaron varios meses después de esa plática con Camila y todo empezó a empeorar; los ataques hacía Camila empezaron a suceder con más frecuencia y cada uno era peor que el otro.

- Camila entiende que yo no tengo nada que ver con todo lo que esta pasando - Grité un poco alterado

Camila: Pues no se por que pienso todo lo contrario - Respondió muy alterada

- Dame una sola razón por la cual piensas eso - Dije firme

Camila: Pues es una mera coincidencia que en todos los ataques mencionen tu maldita clave - Dijo mirándome a los ojos

- Eso que tiene que ver, ya todo el mundo me dice así en la Oficina - Dije mirando al techo

Camila: Pues esto ya no me esta gustando para nada David - Dijo sentándose en el sofá de mi departamento

- Y tu creés que ami me encanta - Pregunte muy frustrado

Camila: Eras un matón esta en tu naturaleza - Dijo fría

- Así también me encanto haber recibido dos balazos en la espalda por tu culpa - Dije saliendo del Departamento

Baje muy rápido al estacionamiento para tomar mi auto e ir a algún lado lejos de todo esto. La verdad ya estaba llegando al punto de dejar todo el irme de aqui, a donde quiera que voy me persigue mi oscuro pasado, solo quiero un lugar donde nadie sepa quién soy, donde sea el chico nuevo que todos miran un poco raro. Tal vez no tenía que irme de Miami, si todo el mundo me quería matar, por que todos los ataques a Camila eran por una especie de venganza hacia mi, ellos querían verme derrotado o verme muy mal.

- Hola - Dije cuando contestaron al número que llame

XX: Si - preguntaron al otro lado de la bocina

- Habla 40 - Dije firme y en español

XX: El famosísimo z40 - Dijeron en un tono algo alegre y en el mismo idioma

- El mismo - Dije rápido - Oigan vayan preparando algo para una buena fiesta, voy a México en dos días y quiero festejar que estoy en mi patria - Dije empezando a conducir

XX: Ok 40 - Dijo muy alegre - A que se debe la visita - Pregunto curioso

- Nomás por mero gusto - Dije sereno

XX: Esta bien 40, acá te esperamos - Dijo muy sereno

- Consigueme una Troca* que este buena, para poder andar en ella mientras estoy allá - Dije frenando en un semáforo

XX: Ya está viejon, acá te esperamos con ansias - Dijo alegre

- Va que va, nos vemos el jueves - Dije para después terminar la llamada

Ya tenía el como quitarme todo el estrés que tenía encima, por otro lado quería ir a México a hacer unos negocios con unos viejos amigos y dejar de ser el guardaespaldas de Camila; me iba a sentir un poco mal por dejar ese trabajo y también porque iba a tener que olvidar a Camila por dos razones, una de ellas era que lo que estaba apuntó de hacer no era para nada legal y la otra es que no quiero que ella tenga algo que ver con toda esa mierda, es demasiado buena como para tener que estar lidiando con algo como esto. Llegue a ese viejo acantilado que tanto me gustaba y me puse a forjar un buen cigarro de marihuana para poder pensar mejor las cosas, lo encendi y me lo fume con mucha tranquilidad mientras veía como se ocultaba el sol, para cuando el sol ya se había metido por completo yo estaba conduciendo de nuevo a mi departamento, para hacer maletas y preparar todo para mi gran viaje. Llegue al estacionamiento y me encontré a Michel que también caminaba hacia el elevador