Querido diario

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Me enamoré, sí, en este mismo momento me enamoré ella, de sus ojos marrones algarrobo y de sus labios grusos, de su alma inquebrantable. Me enamoré de aquella chica que lee sola en una banca desgastada de una plaza perdida.

Hoy me gusta ella, hoy deseo cuidarla, iy quiero mirarla y no soltarla más, quitar de ella cada pensamiento negativo y llenarla de rosas. Quiero darle el amor que nunca nadie le dio.

Y la vi, la vi sonriendome a la distancia, la vi cuando nadie más la podía ver, cuando su cabello castaño caia a cataratas por su cuerpo, cuando sus lágrimas llenaban sus mejillas y cuando se escondía del mundo para que nadie la viese.

Y me enamoré, Me enamoré de su amor, me enamoré de su ser. Y fue un amor correspondido, porque ella y yo somos la una para la otra, porque yo era ella, y si, me enamoré de mi misma. Me amo.
¿A caso hay amor más verdadero que el amor por uno mismo?

Poemas de una madrugada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora