Poemas de una madrugada.

Sociedad de humo

Humanidad de Humo, visible pero intangible, común pero abstracta. Humanidad de humo, humanidad de apariencias y vestimentas, de modas y tendencias. Humanidad donde lo literal es sarcástico, donde el amor es metáfora y el dolor es patrimonio de todos. Humanidad donde el necio habla y sabio calla.

Perdida entre los pasajes del laberinto infinito llamado vida, me enloquezco, puesto que la hipocresía reina de la mano de los complejos, puestos en el poder por una sociedad ciega por la falta de conocimiento y sensatez. Los necios hablan, dicen sandeces que ni ellos creen, y el sabio se esconde tras sus complejos por ser diferente, por no encajar en los estándares.

A esta etapa de la humanidad yo llamaría matanza de cerebros, persecución de almas y escases de corazones, porque ya nadie razona, nadie tiene empatía y nadie ama con pureza. Humanidad donde la libertad es de todos, más el colectivo de personas es partícipe de la dictadura de los complejos y la opinión pública.

Condenados a un triste final, los humanos transcurren por la vida sin detenimiento, sin pararse a ver los detalles de aquel cielo que nos cubre, ni cuidar la el piso que nos sostiene. Hasta que llegue el día, aquel día donde el conocimiento y la honestidad puedan tomar parte en la vida diaria de cada individuo.

Mi alma sufre al ver los árboles, con los que me vi crecer, caer, para nunca volver. El humano, enemigo de sí mismo, se destroza en una lucha interminable llamada ley del menor esfuerzo. Quitando lo viejo por lo nuevo, cuando en ocasiones la evolución es invisible. El corazón dejó de hablar y se escondió tras los barrotes de una mentalidad cuadrada.

Hoy mi dolor me inspira, me obliga a bregar por aquellas cosas que creo correctas, por traer al presente aquellos tan nombrados y tan poco usados valores, valores que valían la vida, y hoy no valen una moneda, que en algún remoto momento fue la base y los pilares de todo, de absolutamente todo. ¿Puedes creerlo?

Pero esperad, que no todo está perdido, que sigue habiendo gente buena, que siguen habiendo excepciones, que la vida sigue su rumbo y todo es variable, todo cambia, todo fluye. Lo que hoy nos daña, mañana será una página más en el libro de nuestra vida, ese libro que cada una de las personas suele llamar memoria o pensamiento. Fiel amigo y cruel tortura.