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Éste Capítulo contiene escenas [HOT] si no te gusta, no lo leas, es tu decisión.
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- Nunca tengo sexo aquí - dijo.

- Tú decide. Tu primera vez tiene que ser especial e inolvidable....

- Tengo un lugar especial - susurré recordando el jardinsito donde había tenido mi primer beso, había leído mi primer novela y había imaginado mi casamiento un millón de veces.

- Es un jardín.

- ¿Dónde?

- En mi casa. 

- Okey. ¿Tienes auto?

- Sí ¿por?

- Me iré contigo - dijo mientras tomaba una carpeta y su saco.

- Ahm...

- Regla número dos; no puedes saber cosas de mí ni yo de tí. Me llevarás a tu casa pero con los ojos vendados, así no sabré a dónde vamos - me dijo mientras sacaba una corbata y me la daba.

- Esta bien - tomé la corbata y la metí en mi bolsillo.

Salimos de la "tienda". Ruggero cerró con llave y me siguió hasta el auto. 

- Es éste - le dije mientras señalaba el mercedes negro de mi madre. 

- ¿Dónde puedo poner mis cosas? - me preguntó mientras alzaba su saco y su carpeta negra.

- Oh, déjala en el asiento de atrás. Tomó sus cosas y las puso donde le dije. Abrió la puerta del copiloto y se metió en el auto. Corrí hacia la puerta del piloto y me metí tambien.

  - Bien - suspiré.

- Date vuelta - le pedí.

Se dió vuelta y puse la corbata cubriendo sus ojos. Regresó a su posisión normal y arranqué para irnos a casa. Cuando llegamos, tomé a Ruggero del brazo y nos metimos a la casa por la parte trasera que daba al jardín donde estaba la piscina.

Lo llevé hasta el jardinsito donde tendríamos nuestra noche especial. Aún tenía el puente de flores y hojas que había hecho con mi madre unos años atrás. Lo contemplé unos segundos. Ví la serie de luces que estaba colgada en el puente y lo conecté.

La luz me cegó un poco. Enarqué la ceja y me puse frente a Ruggero. Miré sus labios, llenos y perfectos. Quería besarlo. Devorar su boca y lamer su lengua. Le quité la corbata de los ojos y dejé que me mirara. 

Vió directamente a mis ojos y me sonrió. -

Lindo - dijo mientras le daba una ojeada al lugar.

Se quitó su saco y jaló de su cabello.

- Entonces... ¿Vas a traer sabanas o algo? - me pregunto mirando el suelo enlodado.

- Era lo que estaba pensando. Creo que será mejor que entremos - le dije mientras me dirigía al arco y apagaba las luces.

- No, enciéndelas - me pidió. Se acercó a mí y rozó su piel con la mía, provocando una sensación de calor inmensa. Tomó el cable de mi mano y volvió a conectarlo. La luz se reflejó en su cabello castaño, dándole un aspecto mas formal y delicado a su rostro. Me tomó de la mano y me acercó a él.

- ¿Tienes algún radio o unas bocinas? - me preguntó.

- Lamentablemente todas murieron en la parrillada del 4 de Julio - reí entre dientes.

Soltó una risita y movió la cabeza.

- Entonces... ¿Cantas? - me preguntó. Negué con mi cabeza.

Sex Instructor 〘Ruggetina|Adaptada〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora