𝓘. 𝓔 𝓝 𝓢 𝓞 𝓜

878 68 19
                                        


𝕴. 𝕾𝖔𝖑𝖎𝖙𝖆𝖗𝖎𝖔


No puede saber si está despierto o dormido; no hay nada tangible a su alrededor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No puede saber si está despierto o dormido; no hay nada tangible a su alrededor. ¿Él siquiera existe? ¿O solo se trata de un pequeño instante existente? Lo desespera no sentir nada, porque no hay nada: solo una oscuridad absoluta y una calma inquietante.

Y entonces lo siente. Es un latigazo de luz y ahora hay un dolor agonizante en todas partes; mientras lo recorre, sus sentidos se activan, su ser tiene forma y está muriendo a través de ella. La oscuridad se agrieta y, a lo lejos, ve una esfera perfecta en un universo infinito. Todo su ser tiembla mientras los fragmentos negros caen a su alrededor; el temblor lo traspasa y llega hasta su cerebro, lo sacude y le devuelve la conciencia. Es un ser pensante y está muriendo dentro de su propia mente.

Mil pensamientos surgen y, con ellos, el universo donde se halla crea hilos desde la esfera hasta él; lo agarran con fuerza y tiran de él hasta ser absorbido por la esfera. La oscuridad vuelve y, con ella, llega una voz. Algo le resulta familiar en esa voz y tarda un buen tiempo en identificarla. Es suya, es su voz. «¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí?». ¿Y quién se está preguntando todo eso? Es su voz, pero no se siente como sus pensamientos. Su cerebro está más ocupado intentando conectar con la esfera perfecta que con su insignificante paradero corporal. ¿No es más importantes su mente? No quiere perderla, porque puede sentir dentro de ella todas las respuestas a cualquier interrogante.

Se adentra en sus recuerdos, en su mente renovada y llena de pensamientos discordantes. Es un desastre de ideas y recuerdos fragmentados: voces a lo lejos y rostros borrosos; un destello de emoción, dolor y odio; ira imparable. ¿Siempre se sintió así? ¿Enojado y adolorido?

Y ahí está: un par de ojos oscuros, cubiertos de un sentimiento nuevo para él. ¿Tristeza, tal vez? No tiene cómo compararlo, y el recuerdo desaparece antes de poder ahondar más. Lugares y animales pasan por su mente; acciones de una vida pasada y ajena lo inundan. El dolor anterior regresa y comienza a lanzarlo hacia la superficie.

Un hogar. Él tenía un hogar. La figura pequeña de otro ser, aferrado a su costado, le recuerda a la nieve, a un sótano y a una presencia cálida. Mientras más se acerca a la superficie, más sensaciones lo agobian. Otras dos figuras surgen y siente un golpe en su pecho; el lugar se llena de risas y vuelve a sentirse como en casa, aunque la presencia cálida ya no esté. Y todo desaparece otra vez. En lugar de la absoluta oscuridad, ahora una luz cegadora lo rodea. Otra figura aparece, más alta y lo atrae como la luz a las polillas; es imposible no acercarse. Hay una atracción innegable hacia este ser nuevo: lo consume el deseo y el odio. Un sentimiento inexplicable se aloja en lo profundo de su ser, solo comparable a la presencia cálida y, aun así, completamente diferente.

«¿Quién soy?»

Hay tantos vacíos alrededor de su mente que le es imposible recordar quién es, quién fue o adónde irá en adelante. En un instante, todo el dolor se concentra en su brazo derecho y se lleva la luz cegadora, los rostros borrosos y los sentimientos recién recordados. Se siente como si alguien lo acabara de sacar de un estanque de agua: sus sentidos despiertan y abre los ojos. Hay figuras de fondo y un zumbido constante a su alrededor. Parpadea, y la habitación comienza a dibujarse bajo su atenta mirada; un par de luces lo señalan a unos centímetros de su rostro. El zumbido disminuye y puede escuchar voces: son apenas susurros sumergidos en agua. A medida que las voces se hacen más nítidas, puede sentir la preocupación filtrarse a través del timbre.

Proyecto X  [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora