I.

30 3 0
                                    

(Jennifer "Jenny" y Ted "Teddy" en multimedia).

Corro.

Mi cuerpo sudando en constante calor, mi persecutor me pisa los talones, puedo escuchar sus pasos justo detrás de mí, aceleró un poco más para poner distancia entre él y yo, bajo por una pendiente pero el sube por unas rocas que están más arriba.

Oh no.

El salta y cae sobre mí arrastrandome con él, colina abajo, termino boca arriba y antes de poder siquiera reaccionar el termina encima de mí a orcadas sobre mi abdomen, toma mis muñecas y las pone a los lados de mi cabeza, forcejeo para liberarme de su agarre pero es inútil y justo cuando me estoy dando por vencida, él habla.

- Concéntrate, busca mi debilidad, intenta encontrar la forma de liberarte.

- No puedo - digo, casi agotada.

-Si puedes, solo hazlo.

Miro a mi alrededor intentando encontrar una tecnica de escape, miro hacia abajo el espacio entre nosotros y logró ver que tiene sus piernas separadas.

Oh sí.

Rápidamente doy un golpe en su entrepierna con mi rodilla - ¡Ah! - grita - afloja su agarre dándome la oportunidad de poder propinarle un golpe en su cabeza, cae tendido a mi lado.

Rápidamente me levanto y me aparto de él, por instinto tomo posición de pelea, con él nunca se sabe.

El intenta pararse tambaleante, y mientras intenta retomar el equilibrio, yo vuelvo a mi postura normal.

- Espero que tú y mamá no hayan planeado darnos un hermanito a Teddy y a mí - digo con aire socarron.

Él ríe y alza su mirada hacía mí, mientras descansa sus manos en sus rodillas - No, nuestro límite sólo son dos - suelta y se ríe, no aguanto y me le uno - bien hecho, por cierto - me dice guiñando su ojo izquierdo - lo manejaste a la perfección - se incorpora y camina hacia mi, me toma por los hombros y me mira fijamente a los ojos - estoy orgulloso de ti, lo digo en serio. Tu hermano y tú definitivamente han superado nuestras expectativas, no podríamos haber pedido mejores hijos - dice dándome un beso en la frente y luego me abraza, rodeo con mis brazos su cintura y hundo mi cara a en su pecho mientras el descansa su menton en la coronilla de mi cabeza y nos quedamos así durante unos minutos antes de volver a la playa.

(...)

-Atrapalo - dice Teddy.

Corro y doy un salto para lograr atrapar el frisbee, lo lanzó de nuevo teddy lo atrapa y lo vuelve a lanzar. ¡Dios!, ¿este niño nunca se cansa? Pongo los ojos en blanco, esta vez el frisbee pasa por un lado y yo me inmutó si quiere su maldito frisbee que vaya él por el, yo no seré el perro de nadie. Teddy corre hacia mí con el ceño fruncido, si no fuera por esa cara tan inocente y porque el muy desgraciado tiene buenos reflejos gracias al karate, ya le habría tirado un zapato a la cara.

- ¿Que pasa Jenny? - pregunta una vez que esta en cuclillas frente a mí.

- ¿Qui pisi Jinni? Pues que estoy cansada - digo muy obvia.

El suspira y me mira con esos ojos azul profundo, hasta la genética la heredo de mi papá - pensé que no lo dirías nunca, ya me estaba cansado yo también - ¡genial! y yo aquí matándome, jugando con este chiquillo.

Lo empujo provocando que caiga en la suave arena, pero a él parece darle igual, se rie - ¿por qué no lo dijiste?

- Lo siento, es que quería ver cual de los dos resistía más - dice con un aire de arrogancia, la verdad es que para tener 13 años, ya esta actuando como un adolescente en ciertos aspectos.

- Tonto - digo negando con la cabeza.

- Vale, vamos tengo hambre, a menos que quieras que me coma tu Sándwich - dice y sale corriendo, oh no, ni lo sueñes.

Me levanto lo más rápido que puedo y corro hacia él, me abalanzó provocando que caiga de cara, lo inmovilizo y me monto sobre él sosteniendo su cara con mi mano izquierda contra la arena, de manera que sólo puedo ver medio perfil - mi comida ni si quiera la toques - le digo con la respiración entrecortada - ¡ah! - el con un ágil movimiento me ha quitado de encima, intenta montarse encima de mi pero soy más rápida y logro evadirlo rodando un poco para tomar distancia, el toma mi brazo y se que su intención es hacerme una llave así que agarro su antebrazo, me incorporó un poco y con la ayuda mi mi mano izquierda hundo otra vez su cara contra la arena, provocando que yo ría y el se queje.

- ¿Que creen que están haciendo, eh? - dice mi mamá con los brazos en jarra mirándonos de pie frente a nosotros, inmediatamente nos soltamos y quedamos uno al lado del otro boca abajo sobre nuestros codos mirando a mi mamá como si fueramos inocentes.

- Nada - decimos mi hermano y yo al unísono.

- Sí, claro - dice ella y alza una ceja, papá dice que heredé ese gesto de ella - ya van a creer que me les voy a comer ese cuento, a ver ¿quién empezó? - dice e inmediatamente nos señalamos entre sí.

- Él/Ella - decimos al mismo tiempo.

Ella ríe, y hace un gesto para que nos levantemos y la sigamos, nosotros como perritos regañados pero aliviados un poco, la seguimos hacia la fogata donde esta papá con los malvaviscos que se supone comeremos hoy en la noche.

Pasamos la tarde riendo, comiendo y jugando entre nosotros y justo al atardecer papá decide ir a explorar el área con Teddy, así que solo quedamos mamá y yo, me levanto y camino a la orilla del mar, mirando como se pone el sol, una brisa cálida golpea mi rostro, me estremesco y me cruzo de brazos. Siento una suave mano cálida que me soba la espalda, adoro cuando hace eso, solía hacerlo cuando era pequeña y no podía dormir, me tranquilizaba y me decía que no tenía que temer, que todo iba a estar bien, como solo una buena madre sabe hacerlo.

- ¿Qué tienes, tesoro? te he visto últimamente preocupada - dice parada a mi lado, yo, sin embargo, no despego mi mirada del hermoso atardecer que tengo frente a mi.

- No lo sé - digo en un susurro.

- Anda, dime - insiste.

- No es nada mamá, solo que no sé ¿cómo decirle a papá que ya no quiero seguir estudiando medicina? - digo soltando un suspiro.

Ella guarda silencio y suspira, juntas miramos la hermosa puesta de sol que hay frente a nosotras, no hay necesidad de hablar, sé que esta pensando que decirme, siempre busca una salida, siempre intenta ver lo mejor de las situaciones eso es lo que amo de ella.

Después de un tiempo contemplando el atardecer, decide hablar - dicelo, lo entenderá - giro mi vista hacia ella y veo que esta dedicandome una dulce sonrisa.

- ¿Segura?

- Sabrá entenderlo

- No sé, no quiero...

- ¿Qué es lo que quieres? - me toma por sorpresa lo que dice, parpadeo un poco y lo pienso, desde pequeña siempre he estado estudiando, ni siquiera recuerdo algún día en el que haya salido a disfrutar con mis amigos sin estar pensando lo que pasaría o en que tendría que seguir estudiando. No por ser relajada estoy en Yale.

-Tal vez... ¿Un año sabático? - digo y ambas reímos.

- Eso estaría bien - dice ella con una sonrisa.

Luego mi semblante cambia un poco a reflexivo - no lo quiero decepcionar, ni a él, ni a ti.

- Por mi no te preocupes, lo único que quiero es que seas feliz y estoy segura de que él respetará tu desición.

- Hora de la cena - dice mi padre mientras sale del habita tropical que está tras nosotras.

Me giro hacia mi mamá y la miro con preocupación - tranquila, todo estará bien - me sonríe.

-----❄-----

Espero que puedan darle una oportunidad a esta novela, disfrútenla.

Besos 😘

Acorralados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora