II. Parte I.

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Miro el "techo" del camping en el que duermo con mamá, ella descansa plácidamente a mi lado, faltan dos horas para que amanezca, y yo no he  podido dormir porque todavía no logro creerme la forma en la que papá actuó cuando le dije que ya no quería estudiar medicina.

Flashback.

- ¿Podemos hablar? - le pregunto a mi papá cerca de su oído, para que solo él me escuche.

Gira su rostro hacia mí, analiza mi actitud nerviosa y asiente. Nos levantamos del tronco en el que estábamos y caminamos hacia la orilla del mar.

- ¿Qué pasa? ¿esta todo bien? - dice con preocupación, yo asiento y luego lo miro directo a los ojos, suspiro.

Bien, tu puedes solo sueltalo

- Ya no quiero estudiar medicina - lo suelto sin pensarlo dos veces.

Él queda atónito, me mira y su ceño se frunce como si estuviera confundido - no lo entiendo, creí que esto era lo que querías.

- Lo era, pero ahora ya no estoy muy segura de eso, digo, me gusta, pero no es suficiente - suspiro y me explico mejor - no me veo en un futuro como cirujana, papá.

Él analiza lo que acabo de decir, gira su cuerpo hacia en dirección al mar y posa sus manos en sus caderas, agacha la cabeza y suspira.

- ¿Qué es lo que quieres, entonces? - dice girando su rostro hacia mí.

- Aún no lo sé - me encojo de hombros - tendre que averiguarlo por mi propia cuenta.

- Bien, solo recuerda que siempre podrás contar conmigo - su respuesta me toma por sorpresa.

Wow, eso no me lo esperaba.

- ¿En serio? ¿No estas enojado o decepcionado de mí? - le digo y mis ojos parecen que fuera a salir de su orbita.

Él frunce el ceño - ¿porque lo haría? Vale, sé que ya no eres mi niña, pero eso no significa que no vaya a respetar tus desiciones, ya eres toda una adulta, pero sigues siendo mi hija y te apoyare cada vez que me necesites, para que sepas que siempre estaré ahí - voy a sus brazos y lo abrazo, aliviada porque siento que he bajado un gran peso de mis hombros.

Fin del Flashback.

Esa reacción no me la esperaba, al fin podré experimentar y descubrir cosas nuevas, me siento como cuando mi papá me llevó por primera vez a un campo de tiro, esas mariposas en el estómago, la emoción corriendo por mis venas.

Escucho el crujir de unas ramas y mi rostro gira automáticamente hacia el origen del sonido, no puede ser un animal, ese sonido no es igual, es como si alguien tratara de no hacer ruido y fallara en el intento, otro crujido en la misma dirección, me incorporo y mi oído se agudiza, escucho murmullos, pero no logro entender que dice, con cuidado sacudo el cuerpo de mi mamá para que se levante, cuando habré los ojos le hago una seña de que haga silencio y que escuche con atención, ella se incorpora a mi lado y presta atención.

- No hagas ruido, o los vas a despertar - dice una voz masculina.

- Sí, ya lo sé, pero ¿cómo se supone que los sacaremos de las tiendas? - dice otro, mi ceño se frunce, ¿sacarnos de las tiendas?

- Tu tranquilo, recuerda - dice y hace una pausa - solo estamos aquí para divertirnos - en ese momento se me hiela la sangre, los vellos de mi cuerpo se herizan, el tono en el que lo dijo, tan gélido, tan macabro.

Comienzan a reír entre ellos, sólo he podido identificar tres o cuatro voces diferentes, de repente se callan y es ahí cuando escucho la voz de papá.

- ¿Quiénes son? y ¿qué hacen aquí? - pregunta papá con tono autoritario, por instinto me levanto y salgo de la tienda, mi mamá llama mi nombre en un susurro pero ya es demasiado tarde, estoy afuera, la fría brisa me abraza los brazos y las piernas desnudas, debí pensarlo mejor antes de salir con unos pantalones cortos, un simple top azul real y sobre este una blusa Olgada gris con la estampa de mi banda favorita.

- Jennifer, vuelve a dentro - dice papá al verme, su voz sonó más bien como una advertencia y orden que una petición, mi vista va hacia las figuras masculinas que están frente a nosotros y puedo notar a lo que se refiere, me miran descaradamente y luego de la misma manera hacia un punto detrás de mi, me giro y veo a mi mamá.

Esto definitivamente no terminará bien, vuelvo mi vista hacia ellos, derrepente el horror se desata cuando uno de ellos hablan - ¿saben qué? fue un gusto conocerlos - dice uno de los cuatro hombres que debe de tener unos 37 más o menos y los demás pueden estar cerca a esa edad, excepto uno que parece más joven, como si tuviera 26 o menos - pero creo que ya es hora de divertirnos - dice el hombre y comienza a caminar con paso apresurado hacia nosotras.

- Jennifer, Julieth ¡entren ahora! - grita papá y reaccionó tan rápido como puedo, dentro a la tienda y mamá detrás de mi, pero antes de que terminará de entrar la toman de los tobillos y la arrastran afuera.

- Mamá - grito pero se interpone en mi camino aquel hombre, me hace retroceder y antes de que pueda estar sobre mí lo pateo justo en el pecho asiendo que caiga fuera de la tienda.

Tomó el cuchillo que está debajo de mi almohada, salgo rápido y aquel hombre se me abalanza, pero soy más rápida y le entierro el cuchillo en su mano izquierda el suelta un grito desgarrador, me golpea en la sien y caigo al suelo desorientada, giro mi vista hacia al frente donde se encuentra la tienda que papá compartía con teddy y lo veo, veo su cara asustada cuando ve como el chico joven va con un cuchillo en su dirección mis padres no lo pueden ver ya que están ocupados luchando con los otros dos sujetos, como puedo me levanto y corro en dirección al chico que justo ahora está tomando a teddy de su playera.

Me lanzó encima de él provocando que los tres caigamos al suelo - ¡teddy, vete! - le digo mientras me posicionó sobre aquel chico y golpeo su cara una y otra vez, a soltado su cuchillo así que esta indefenso, me detengo y miro por encima de mi hombro, teddy sigue horrorizado - ¡CORRE! - le grito, el reacciona, se levanta y corre en dirección a la selva tropical, sigo golpeando el cuerpo debajo de mi, escucho un disparo y me detengo, alzó la vista y miro a mi alrededor espero que no hayan herido a nadie.

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Hola, esto no es todo, aun falta la segunda parte de este capitulo, así que lo escribiré para el otro fin de semana. El cuchillo del que hablaba Jennifer, está en multimedia.

Nos leemos pronto 😉

Acorralados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora