Acorralados.

II. Parte 2.

(Lena y Jhony en multimedia).

Mi vista se posa en aquel sujeto que me había golpeado hace poco con un arma apuntando hacia el aire, en su rostro puedo ver la frustración, luego apunta con su arma en dirección a papá y habla - ya basta, apartate - dice con la voz agitada en referencia a que se levante y se aparte del hombre que está casi inconsciente debajo de él.

Papá sabía que no tenía oportunidad de enfrentarlo, su arma estaba cargada y la distancia que hay entre él y aquel sujeto es la suficiente como para que pueda disparar mucho antes de que mi padre pueda llegar a él.

Mi padre se levanta y se aparta del hombre, aquel escupe sangre sobre la arena - bien, ya lo hice, ahora deja a mi familia en paz - dice mi padre entre dientes con las manos en alto.

- Lo haría, pero mis amigos están muy adoloridos gracias a ti y tus chicas, que por cierto, están buenas, como para tirarmelas - dice y mi padre da un paso adelante de una forma amenazadora - ni siquiera lo sueñes - el sujeto apunta de nuevo hacia papá.

El sujeto debajo mío protesta, pero no quito mi mano que esta entornada en su cuello - diles a tus perras que se alejen de ellos - dice ese repugnante sujeto, haciendo referencia hacia mi mamá y yo.

- Lena, Jennifer - dice mi papá, mi mamá suelta al hombre que estaba estrangulando, pero yo no me muevo, la ira que tengo ahora no me deja responder a la orden que me acaban de dar, lo único que soy capaz de hacer, es mirar al hombre que sostiene el arma con odio mientras mi agarre en la garganta de aquel otro se intensifica.

El hombre me mira y su rostro demuestra enfado al ver que no me movido de mi lugar - ¿no escuchaste lo que te dijo tu padre, niña estúpida?

- Jennifer - dice mi padre esta vez en un tono de voz más alto, suelto al hombre que estaba asfixiando y me levanto, él se gira y tose, inhalando grandes bocadas de aire para recuperarse un poco y llenar sus pulmones - ven aquí - dice mi padre mientras me tiende su mano, paso por encima de aquel hombre que se retuerce por falta de aire y la tomo.

Él me posiciona detrás de él para poder protegerme y es en ese momento en que la realidad me cae encima, al ver el rostro de aquel tipo, en su rostro se desliza una sonrisa que se me antoja macabra - Dereck, ve por el niño, no debe de haber ido muy lejos.

Por instinto grito - ¡NO! - y cuando voy a ir detrás de aquel tipo al que fue en busca de mi hermano, el hombre que tenemos frente a nosotros me apunta con el arma y papá me toma de la muñeca reteniendome.

- Si valoras tu vida, bonita - dice aquel tipo mirándome directamente a los ojos - más te vales que no des un paso más.

- Si le hacen algo - le digo, por primera vez - te juro que lo vas a lamentar, juro que te buscare hasta en el lugar más recóndito de la tierra, te encontraré y te asesinare - le digo entre dientes.

- Vaya, justo como me gustan, rudas - dice riendo - bueno, bonita, dejame decirte una cosa, por mucho que anhelara un reencuentro contigo, no podrás hacerlo estando muerta.

El agarre que mi papá tiene en mi muñeca se intensifica, sé que esto no terminará bien, sé que no podremos salir de aquí sin que uno de nosotros salga herido.

- ¡Sueltame! - escucho la voz quejumbrosa de Teddy y mi vista pasa de aquel sujeto a la de la figura de mi hermano siendo traído prácticamente a rastras por aquel chico ¿Por qué mejor no le rompí el cuello?

Miro con atención la cara de Teddy y logro ver que tiene un golpe en su ojo izquierdo, siento que algo me quema el pecho, y los impulsos de ir por él y matar al que lo trae a rastras se intensifican. Mi papá me aprieta un poco más la muñeca y hago una mueca de dolor, mi vista se posa en él y logro ver todo lo que me quiere decir con tan solo una mirada. Sabe que si hago un mal movimiento las cosas podrían empeorar, pero él no sabe lo que yo sé, y es que en cuanto Teddy este junto a nosotros, se desatara el propio infierno.