Cuestión De Dos ||Wive||Zarry||Niam||Lason|| Historical-Fiction||

Capítulo 37: Hombres de negocios

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Zayn estaba sentado en una sala enorme.  Los cuadros eran horribles.  Parecían tener como cien años de antigüedad y el polvo y moho acumulado de cada uno de ellos.

Declan entró y se disculpó.

-Perdón, se que esta sala es horrible pero la chimenea funciona.

-¿Para que has comprado este castillo? ¿Solo para secuestrar a mi marido?

-Visión de futuro.  Voy a convertirlo en un emplazamiento turístico.  Ofrecer habitaciones y visitas por la zona.

Zayn se le quedó mirando.

-Declan, me gusta tu forma de pensar.  Mucho.  Eres un águila de los negocios.

-¿Qué decir?  Llegue a América con dos manos y cinco dólares. 

-Vamos a hablar de lo que nos ha traído a... aquí.  Declan, te debo una disculpa formal.  Yo no soy como solía ser.  Pero quiero que sepas que nunca lo hice consciente del daño real que causaba aunque eso no me excuse.

-En cierto modo si -Declan sirvió un vaso de whisky y se lo alargó a Zayn.  Luego se sentó frente a él – Yo tampoco soy el mismo que era cuando me fui y aunque la cuenta estaba pendiente ahora tengo una visión de las cosas distinta, una perspectiva más amplia.  Y he conocido a la clase de estafadores que no pagan porque no quieren.  Pero debiste informarte y escucharme cuando fui a hablar contigo. 

-Te presento mis más sinceras excusas y si puedo resarcirte de algún modo...

-Solo quiero unas disculpas.

-Te regalaré la mansión.  Haz lo que quieras con ella.

Declan le alargó la mano y Zayn se la estrechó.

-Un placer hacer negocios con usted.

-De eso quería hablar.  Me fascina la gente como tú... a mí me gusta hacer dinero, mover dinero, pero los socios con los  que tradicionalmente he llevado mis finanzas son extraordinariamente conservadores.  Y eso hace que me inquiete.  No quieren invertir de verdad. 

-La aburrida y vieja madre Europa.

-Los tiempos están cambiando y muchos no quieren verlo. 

-Yo sí.

-¿Vas a quedarte por el momento en Londres?

-Obviamente.  Me gusta la desidia mezclada con temor con que me miran.

-Quiero ser tu socio en esto del hotel.  Y en más negocios.  Te presentaré a alguien que te va a interesar.  Liam Payne.  Es otro hombre de negocios.

Declan brindó.

-Me interesa escuchar. 

Isaac entró en la cocina y todos se pusieron a trabajar frenéticamente.

-Vamos, basta de charla y ociosidad.  No veo el cordero listo, no veo las verduras cortadas ni la salsa lista.

Todos se volvieron hacia sus labores.

-El señor Declan lo quiere todo listo para dentro de una hora.

-Eso de señor es un suponer -dijo una criada joven – un señor era lo que teníamos antes...

-Tan señor que dejó el castillo caer a pedazos casi.  Tiene razón, todo un señor.  Sé más respetuosa con tu jefe. Él lo es con vosotros. 

-Definitivamente me encanta lo que veo -dijo una voz a su lado.

-Harry.  Creí que estarías dormido hasta la hora de cenar porque...

-Ya.  Porque estuve haciendo el amor con mi esposo.

Isaac se puso rojo.  Harry le sostuvo del brazo.

-¿Tú que has hecho?

-Preocuparme de que todo estuviera listo para la cena.  Di un paseo.  Lo habitual.

-Oh.  Entonces, fue una tarde aburrida...

-Me sentía raro.  Tú y Zayn provocabáis un ambiente muy... intenso.

-Se lo que es eso.

Los alfas salieron hacia el salón.  Isaac se fijó en cómo Harry sonreía volviendo los ojos hacia su alfa.

Sentir eso debía ser grandioso.