C-37
Hoy podría ser un día diferente, podría golpear a los guardias, dejar inconscientes a todos y largarme de una buena vez, claro, si no estuviera tan "protegido" en mi habitación.
Mi habitación cuenta con siete cámaras de seguridad, cuatro en el techo, dos en el armario y una en la puerta, si trato de abrir la puerta sin la aprobación del imbécil que me mantiene encerrado me desmayaré inmediatamente.
Y estoy atado a un aparato que controla mis ondas mentales cuando utilizó los dones del experimento.Mis manos comenzaron a brillar con una luz color azul.
Cierro mis ojos y trato de canalizar la fuerza de Arthur, tratando de llegar hacia el lugar donde se encuentra.
He llegado, los veo a todos pero ellos no a mí, sólo Arthur tiene la dicha de verme, ya que así lo deseo yo.
-Sólo espera, él llegará en cualquier momento...-Escucho a Arthur, pensé que era una pelea seria, que necesitaba ayuda pero es sólo una de sus tontas bromas.
-Lauren, un gran amigo mío está justo aquí.-Me paralicé, observé a la chica de pies a cabeza.
No lo puedo creer...
****
LAUREN
-¿Saben?-Se dirigió hacia mis padres-Es malo guardar tantos secretos, tener una hija sólo con el propósito de ser un experimento, engañar a tu marido con su jefe, ustedes son tan malos con ésta pobre chica...
-¡CÁLLATE!-Gritó mi padre.-Teníamos que protegerla de ti y tu demencia, era lo menos que podíamos hacer.
-¿Qué se siente, Marie? Serle infiel a tu marido con su propio jefe...
-¿A qué quieres llegar?-Interrumpí.
-Sólo espera, él llegará en cualquier momento...
¿De quién estaba hablando éste tipo?
-Lauren, un gran amigo mío está justo aquí.-Miré hacía todos lados y no había nadie además de mis padres y el escuadrón de imbéciles.
-¿A qué mierda estás jugando?-Le contesté.
-Oh vaya, cierto, se me olvidó decírtelo-Hizo una mueca-Sólo yo tengo la dicha de verlo.
-¿Y crees que me importan tus problemas esquizofrénicos?-Pregunté cansada, sólo quería que esto terminara.
Escuché una risilla, pero nadie en la habitación parecía reír.
-Tú no debes de recordar nada, Lauren, pero lo conoces más que yo a él.
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Limerencia.
Novela Juvenil¿Existe el amor aún cuando piensas en rendirte ante la vida?