Capítulo 7.

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(Ilustración: https://twitter.com/vashperado/status/803283314102501376 ).

Tras la charla, Hana fue directa a las duchas y se puso ropa de calle. Luego aprovechó para llevar a Sombra hasta el búnker donde guardaban los MEKA y mostrarle el suyo. Alzó uno de los brazos del aparato y tomó asiento encima con una agilidad que encajaba a la perfección con su aspecto enérgico y esbelto.

—Me alegra no tener que irme a ningún lado —comentó con una sonrisa.

—Ya, a veces el trabajo es un asco —replicó Sombra, que estaba recibiendo algunas confirmaciones de Talon sobre su pequeño trabajo en el ordenador del general del ejército.

Hana se inclinó hacia delante para envolver la cabeza de la hacker entre sus manos. La estrechó de un modo tierno.

—No quiero separarme de ti. No ahora... estos días están siendo tan maravillosos...

Dejó la frase en el aire, aunque ciñó ligeramente más sus brazos en torno a Sombra. La mexicana cerró inmediatamente su teléfono para ocultar los mensajes de Talon.

—Sí... —murmuró extrañada. Hana la soltó y caminó por el brazo del MEKA como una equilibrista. Tomó asiento en la parte superior y le indicó a su compañera que la imitase.

Pronto, las dos estuvieron tumbadas encima, mirando hacia el desangelado techo del barracón.

—Nunca había conectado tan bien con otra persona, Sombra.

—¿No...? —La agente de Talon rememoró sus tiempos en Los Muertos, el poder que sus habilidades como hacker le otorgaban la había unido a todos aquellos criminales de poca monta que la seguían por puro interés. Sintió un nudo en el estómago.

«La guerra...», se dijo.

—La fama... me ha tenido siempre en un punto inaccesible para otras personas. Muchos de los que me han rodeado sólo han visto mi habilidad como gamer, el poder de la fama. —Sombra tragó saliva; si sustituía las palabras «fama» y «gamer», estaba escuchando su propia historia. Los nervios comenzaron a retorcerse dolorosamente en su vientre—. Interés puro y duro.

La mexicana se recostó para darle la espalda a D.Va

—Sí... —repitió sin más. Le resultaba muy incómodo saber que tenía tanto en común con Hana. Puesto que la coreana no añadió nada más, siguió hablando—. Sé lo que... lo que es.

—Me he sentido sola mucho tiempo. Rodeada de gente, pero sola. Nunca había tenido una amiga... He tenido parejas, claro, todo muy superficial. Y ahora mismo... tú lo eres todo. Mi compañía, mi amiga... mi pareja. —Sombra no reaccionó. El dolor de tripa la había conseguido enmudecer. Cruzó los brazos—. ¡El modo en que me vacilabas durante las llamadas! ¡La broma aquella de tirarme el hielo por la espalda! —soltó una risilla nerviosa al darse cuenta del silencio de la mexicana.

—Sí... —Sombra se giró hacia ella. La sujetó por los hombros y la inmovilizó sobre el MEKA—. Parece que el hielo ha marcado momentos muy especiales entre nosotras.

Incapaz de decidir qué hacer ni cómo reaccionar ante aquellas palabras que, inexplicablemente, lograban que tuviese remordimientos... recurrió a la única arma que sabía que funcionaba: besó agresivamente a Hana, lamió su lengua y bebió la saliva de su boca. Mordió sus labios con fuerza. Luego le lamió la mejilla, y pasó al cuello mientras tiraba implacablemente de su pelo.

—Te toca ser cordero —le espetó despiadadamente.

—Oye, Sombra... un momento... —intentó resistirse Hana, que apenas lograba hacerse oír cuando la mexicana no taponaba su boca.

Conectadas [Overwatch].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora