2. La bienvenida

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- ¿Puedes irte? Ésta es mi habitación. Normalmente no llegan locas aquí... esto es raro – Moduló en español.
Él parecía hablar español común. ¡Claro! si este hotel era solo para los que venían de curso. Era todo parte de la empresa...
Pero, a diferencia de mí, este chico no era argentino. Se notaba a leguas que era un latino; chileno, venezolano, ecuatoriano, colombiano, uruguayo... No sé. Sin embargo, su acento me gritaba aventura.
Tenía unos grandes ojos oscuros y unas largas pestañas. Su pelo era castaño, algunos mechones rebeldes se le dejaban caer por sobre los lentes. Era alto, como dije, metro ochenta quizás. Sus labios eran gruesos y rosados. Su tez era trigueña, lo que le daba un color lindo a ese rostro. Llevaba una sudadera, un jogging, un par de converse y sostenía un libro que caía al margen de sus largas piernas. Parecía haberse adaptado al entorno, si no fuera por el acento, juraría que delante de mí tenía un americano con todas las letras.

- COFF, COFF! – Carraspeó. Me había tomado mi tiempo en observarlo.
– ¿Te vas? – Repitió, parecía molesto.
- Y si me lo preguntas... yo creo que no – Me burlé. Alguna parte de mí se quería ir toda pasiva, pero esta yo, solo quería jugar un poco.
-Ah, te crees lista. – Esta vez afirmó – Te vas de mi cuarto – Sonrió con picardía
- ¿Sabes qué? Si me voy, pero no porque tú lo digas. Si no porque este cuarto huele a No sé lo que es bañarse – Le hice saber, aunque era mentira, esa habitación era lo más ordenado que vi en mi vida, era lo que en un indicio me había hecho confundirme de habitación.
Estaba apoyado por sobre la puerta mirando fijamente a punto de desmentirme cuando llegó corriendo hasta nosotros un chico.
-Hey, ¡hola! Eres nueva, ¿no? – Se presentó muy amablemente. Asentí. Parecía pensar
- No recuerdo para qué vine.... ¡Ah, sí! Alex, debemos irnos la Srta. Concordia nos está esperando – Se giró a su compañero quien miraba a la misma nada.
- Disculpa, me llamo Jonny – Esta vez se dirigió a mí. – Lamento sacártelo, ahora que parecían estar hablando... pero Alex está enfermo y debo llevarlo a la enfermería-.
- Claro que no, un gusto, yo me llamo Valerie, pero puedes decirme Ler – Le sonreí
- Bueno, hasta entonces – Se giró, agarró a su amigo y se fueron...

Me estaba sintiendo muy mal por haberme aprovechado de una persona en aquel estado.
Ágilmente, y sin mucho pensar, guardé toda pertenencia mía por sobre la habitación. Una vez preparada la maleta me encontré con el sinfín de puertas del pasillo. Y esta habitación era la... 234

Carajo, ¿Dónde estaba mi hermano en este momento?

Hice lo más sensato que una persona haría en una circunstancia igual: Avisar al gerente.
Al final del corredor visualicé un ascensor. Esperé unos segundos y se abrió, dentro de él, salieron dos chicas hablando muy cómplices, también españolas. Decidí preguntarles a ellas.

Cleare, se llamaba la de pelo cobrizo y Diana la del pelo negro azabache, ambas vestían sudaderas. Me explicaron que los supervisores del hotel que nos llevan las valijas nos pegan una etiqueta en la que indica que cuarto nos asignan. Cuando vi mi maleta todo tenía más sentido. Les agradecí inmediatamente y me dirigí a la habitación 265, que seguía en el mismo piso. Fue bueno haber preguntado...

Cuando me encontré con mi puerta seleccioné los dígitos correspondientes 57382. Sí, llevaban contraseña. Se preguntarán como me equivoqué de habitación. Fácil, esa noche mi hermano había entrado al cuarto de al lado y por lógica pensé que el de al lado era mío. La puerta se encontraba abierta... fue cosa de entrar y dormir como angelito.
Entré a mi cuarto y allí había una muchacha en el ordenador.

¡Hola! – Dije, al instante, con cordialidad.
-Hola – Dijo, con la vista en la pantalla – Mi nombre es Liz. Instálate tranquila-. Dijo con honestidad.
- Claro, gracias. Mi nombre es Valerie, pero todos me dicen Ler. – Simpaticé
- Un gusto, Ler – Me dijo franca.
- Puedo ver que estás muy concentrada, ¿Qué haces? – Cuestioné con curiosidad.
- Es un proyecto que debo enviar por Fax como estoy aquí por lo del curso. Me encuentro así desde hace un año... -
-Entonces, ¿Solo te falta un año para terminar? –
- ¡Bingo! Y no puedo atrasarme – Estaba preocupada
- Claro, entiendo. Seguramente a mí me pase igual con el tema de la secundaria y los proyectos-
- Quizá. – Susurró y rápidamente me avisó - Más tarde hay una fiesta de bienvenida como cada año, seguramente te habrán dicho. ¿Qué te parece si vamos y de paso nos conocemos? -
- Me parece bien. Total, la fiesta es para nosotros... - Puntualicé
- Claro, bombona. ¡Y yo creo que tu inicio va a explotar eeeh! - Coqueteó
Estaba más que segura que terminaríamos llevándonos muy bien.

Luego de desempacar todo y ordenar cada prenda decidí llamar a mamá y avisar que todo estaba bien. Al parecer se había preocupado, le expliqué muy bien que había llegado tarde y tenía mucho sueño, que no tuve tiempo. Luego había decidido encontrarme con mi hermano, a ver como estaba él, pero cuando llegué me encontré con un chico en calzones, ¿normal? Se llamaba Edward, y me dijo que había ido a recorrer la ciudad de New York, por él mismo. Este chico no sabía las consecuencias de andar solo por allí.
Cuando regresé al dormitorio, Liz, me tenía preparado un hermoso vestido Azul Francia. Estaba encantada con aquel vestido, era un poco más arriba de las rodillas y no era escotado. Era ajustado. No tenía tirantes, que agradecí, porque suelen quedan mal, subjetivamente, claro.
Liz, se ofreció a maquillarse, no podía ser más dulce y atenta.
Ella ya se había vestido y maquillado, estaba muy guapa. Llevaba un vestido rojo, una gargantilla negra y unos tacos como de 10cm. Ella tenía mi mismo problema, éramos unos duendes.
Ambas teníamos el cabello castaño y también éramos dedicadas en el estudio. Nos encantaba bailar, sólo que ella todavía no se animaba a bailar en algún lugar, solo practicaba. Finalmente nos arreglamos a un gusto ni tan exagerado, ni tan escaso. Estábamos cómodas y sexys, según Liz.

Díselo a ella y sus tacos.
Me había puesto unas sombras Azul y blanco en los ojos. Delineó, puso Rímel, labial rojo (Que obviamente saqué bastante), me dio unos zapatos también altos y estábamos, simplemente increíbles. Nunca me había esforzado para ir a ningún sitio y esto era mucho, sin hablar de lo que sería ese baile de bienvenida... Lo que nos esperaría

Jojojo! Volví. Hay muchísimas faltas ortográficas, así que perdonen, pero quería volver lo más antes posible para que no se olvidarán de "B UrSelf". No se olviden de votar estaré actualizando un vez por semana y gracias por leerme.

Pd: Se cuidan, chicos. Sean felices y disfruten de la vida. <3

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2018 ⏰

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