Good Day

On my way to home

Segundo fic Ushiten!!! Hoy realmente no me sentía nada bien; así que me puse a escribir; espero les guste.
También es un calentamiento para comenzar con el proyecto del Spin Off de "Fine on the outside " con otras Ships! Especialmente Iwao, Bokuaka, Tsukiyama y Kuroken!

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A good day.
On my way to home.
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By: Sora Matsuoka
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La cúpula celeste estaba limpia, solo unas cuantas nubes cuya silueta superior se teñía de naranja resaltaban de sus tonos azules y purpuras. El sol se ocultaba y las primeras estrellas titilaban dispersas en el firmamento.
Satori Tendou caminaba solo, rumbo a la salida del campus después de terminar aquella última sesión de remates con el que fuera su equipo tras la derrota contra Karasuno; a pesar de eso, se sentía tranquilo, había recibido un mensaje de su madre, le pedía que fuera por pastel de chocolate a esa pastelería de la estación cerca de casa. Usualmente habría vuelto a los dormitorios con el resto de los chicos, pero en aquel momento, solo quería ir a casa.
Tras salir del colegio, tomó un camino que atravesaba un pequeño parque y se sentó a observar el atardecer; el viento era apenas una briza y el clima era agradable; tal vez un poco frio, pero no molesto. En medio de esa calma Satori sonrió.
-Hoy es un buen día- se perdió un rato mirando al cielo. – sí, no está mal... podría morir el día de hoy-
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Ushijima Wakatoshi había perdido de vista al pelirrojo; no era inusual en Tendou desaparecer; pero si era inusual que a esa hora no estuviera apresurándolo para ir a comprar helado. Cuando preguntó al resto de sus compañeros, Semi fue el único que le dio razón del chico.
El cápitan, habría dejado pasar la situación... pero aquel día en particular, después de que Tendou le dijera que dejaría de jugar, había decidido que no tenía pensado separarse de él... le gustaba almorzar con él... le gustaba el brillo de sus ojos al leer un manga que le gustaba, le gustaba ver películas juntos antes de dormir... Tendou era para él, más que su mejor amigo, y quería que lo supiera. Gruñó un poco y tras despedirse de todos, salió de shiratorizawa rumbo a casa del pelirrojo.
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Tendou se había quedado perdido en sus pensamientos... había perdido su pequeño paraíso... no volvería a tener un lugar al cual pertenecer, no podría volver a jugar con libertad, por eso había renunciado a ello. Y Wakatoshi... Wakatoshi, él seguramente representaría a Japón y probablemente conseguiría que al fin Oikawa colocara para él... sería famoso, otro equipo internacional, aún más fuerte se lo llevaría lejos, Wakatoshi lo olvidaría; con el tiempo, se casaría, tendría hijos, les enseñaría a jugar voleibol y probablemente terminaría siendo el mejor entrenador del mundo... como fuera, él no estaría en su vida, aquello le dolia... lo había perdido todo en un solo día; era demasiado para él.
Suspiró pesado y se levantó... la noche había caído y aun debía pasar por el encargo de su madre. La noche salpicada de estrellas era tranquila, con el aroma de los arboles y el sonido de los autos en la lejanía... Tendou seguía pensando que a pesar de todo, era un buen día, su instinto se lo decía. Entró a la estación y avanzó un par de paradas. Salió y atravesó la calle para entrar a una pequeña pastelería que tenía un pastel de chocolate que sabía a helado, al recordarlo, se animó un poco y entro tarareando su cancioncilla.
Aquellos tres trozos de pastel habían sido los últimos; era por gula que llevaba el tercero; pero se lo merecía después de su derrota y de aquella sesión mortal de remates con Wakatoshi, sonrió ante el recuerdo de la cara tan sería de su capitán cuando habló con cada uno de sus compañeros... definitivamente sería el mejor entrenador del mundo. Y cómo si lo hubiera invocado, Ushijima Wakatoshi caminaba por la acera de enfrente, con la misma dirección que él seguiría... -"creo que realmente es un buen día"- pensó el pelirrojo y se movió inquieto en la esquina del cruce esperando que el semáforo le diera el paso... - "Fue bueno comprar tres"- pudo ver cómo Ushijima daba la vuelta en la esquina, no quería perderlo de vista; quería caminar con él. Miró a ambos lado y cruzó corriendo.
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Ushijima, caminaba a prisa, no era por algo en particular, pero siempre parecía estar ansioso cuando se trataba del pelirrojo. Cuando llegó a su casa, tocó el timbre y una mujer pelirroja lo recibió; su cabello y sus ojos eran del mismo color de los de Satori, igual que su piel; aunque sus ojos y la sonrisa torcida eran herencia paterna, de alguna manera era un conjunto que a él le parecía único.
-Wakatoshi-kun! Bienvenido!, pasa, Satori estará aquí en un momento, le pedí que trajera un encargo- Ushijima hizo una reverencia y pasó en silencio, la madre de Satori sabía que él era un chico de pocas palabras, pero le parecía encantador, cómo un niño tímido, solía decirle su hijo. Habían pasado unos minutos cuando el timbre del teléfono se escuchó.
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-"Si, sabía que era un buen día, mamá no estará sola en este momento, Wakatoshi-kun estará con ella... y ella estará con Wakatoshi-kun... no estuvo mal morir este día... solo pienso que fue una lastima no poder comer juntos ese pastel..."
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-Lo sentimos mucho señora Tendou... su hijo tuvo un accidente; no pudimos hacer nada por él-
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-"pude jugar libremente, pude hacer amigos, pude conocer a Wakatoshi-kun y me divertí mucho... solo me pregunto si algún día me recordaras... si recordarás nuestro tiempo juntos en la cancha y fuera de ella... dime Wakaoshi-kun... ¿me recordarás?"-
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Esto ha sido todo!!! No me odien! Gracias por leer!!!!