Cortada de rollo (relato erótico + 18)

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Era pronto por la mañana, llegue de trabajar cansada y somnolienta, mire el móvil, hoy por la tarde venia mi madre de visita, hasta ahí todo bien, llame a Matt el día anterior para que diera un repaso al piso, para evitar las típicas broncas de madres cansinas.

No se muy bien que hora esa que Matt dijo que vendría un poco más tarde por que tenia una urgencia, y volví a dormirme.

Sonó el despertador, las 14.30h, debí estar muy profundamente dormida, pues no escuche a Matt llegar, y claro que no lo oí, ¡por que no vino!, AHH, madre mía, esta todo patas arriba, maldita sea. me puse a barrer, recoger ropa, ponerla en el cesto, sacudir los sofás, llega un mensaje de Matt, está de camino, bueno... algo es algo.

Seguí con la limpieza express, cuando escuche la puerta y entro Matt disculpándose...

-No hay tiempo, friega el suelo, yo me pongo con los platos-le dije apresuradamente mientras corría a la cocina.

Cuando ya por fin la casa estaba decente, me puse a limpiar la mesa, tenia la camiseta mojada por el agua que salpico de los platos, y me incorpore para ir a buscar otra, pero Matt se puso tras de mi, y me apretó contra la mesa, sus manos fueron a mi camiseta.

-Estás mojada Ginebra- rió burlón.

-Lo sé, ¿me dejas cambiarme?- gire levemente la cabeza para ver si se apartaba, pero no fue así.

Cogió la camiseta y la subió, rozando con sus manos mis pechos, y quitandomela por la cabeza.

-Si vas sin nada - sonrió Matt mientras tocaba mis pezones -que duros los tienes, y están muy fríos, quizás debería calentarlos- y empezó a jugar con sus dedos, rozandolos y pellizcandolos.

Era muy agradable, y me deje llevar, apoye mis codos en la mesa de madera, dejando que este chico se apretara a mi, notando como en sus pantalones parecía crecer algo.

Escuche como se bajaba la cremallera de sus tejanos, y se apretó más a mi, tenia una erección bestial, empezó a mover su pelvis, para rozar su polla entre mis piernas, con una mano me bajo el pantalón corto de pijama que llevaba, y note su polla aun más contra mi, ya estaba bastante mojada, y el me lo hizo saber, metió su mano por dentro de mis bragas, rozo con su dedo anular entre mis labios, tocando la entrada de mi vagina, rozándola y metiendo levemente el dedo y tras ello mostrármelo con un pequeño hilito que resbalaba por el.

Aparto la tela, y comenzó a rozar piel con piel, su polla estaba caliente, apretada contra mi, tocando mi clítoris, rozandolo, volviendo locos mis sentidos, sus manos no dejaban de agarrar mis pezones, sacudiendolos, y amasando mis pechos, me susurro algo, pero no le entendí, lamió mi cuello, y me aplasto contra la fría madera, levanto mi pierna y note su verga, buscando como entrar hasta mi interior, rozando y jugando, yo le miraba como podía desde mi posición, mordiéndome el labio y gimiendo suave cuando metía la punta y la sacaba, hasta que por fin entro, gemí, me estremecí, quede inmóvil un segundo, el baile había empezado, me levanto a un más la pierna, para tener un movimiento cómodo y profundo, me dolía un poco, pero no era comparado el placer que me daba su polla cuando entraba tan profundo que tocaba mi fondo, sus embistes continuaron, haciendo que apretara mis dientes para no gritar, jadeando, gimiendo, cuando pensaba que ya me iba a correr me giro y puso mi espalda sobre la mesa, y volvió a entrar, era fácil, estaba muy mojada, su polla se movía rápida, ahora podía acceder a mi pechos, lamió y mordio gentilmente mis pezones.

-Vamos Matt sigue, me voy a correr- le jadee como pude

-¿Ya?, vale, como tu quiera jefa...- y se recolocó para poder ejercer toda su fuerza pelvica sobre mi cadera.

Cuando estaba cerca de irme, gimiendo, el timbre de la puerta sonó.

-¿Hija? ¿estás bien? abre anda, que traigo la merienda.

Mire el reloj eran cerca de las 16:00, jodiéndome mucho, pero no para bien, Matt salio de mi, me puse algo de ropa, y tomamos unas ricas pastas con té.

Soy GinebraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora