Paper Hearts - Jikook / Kookmin

Capítulo 11.

-Señora Park, ¿La ayudo?

La madre de Jimin, y ahora madre de Tae, había llegado de sus compras. Se notaba muy cansada, y Tae quiso ayudarle. En verdad valoraba mucho a la señora Park, ella era realmente buena con él. Lo mimaba un poco, pero era como una madre perfecta que por suerte este podía tener.

-Claro bebé. ¿Sabes donde esta Jimin?—Dijo mientras colocaba algunas de sus compras en la heladera—.

-¿Jiminnie?, No lo he visto hoy. Debe estar con Kook—Suspiró con desagrado, odiaba que estén juntos —.

-Esos niños son muy unidos. Que suerte que por fin Jimin pueda tener amigos—Mencionó con un toque de tristeza, pero feliz por el logro de su hijo—.

-¿Amigos?, él debe tener muchos amigos

-Eso creen todos. Él siempre ha sido muy tímido, alguien a quien todos tenían la sensación de molestarlo—Respiró profundo—. Por eso estoy feliz de que haya hecho amigos, no me gustaba verlo siempre tan triste.

-¿Dices que lo molestaban en clase?—Dijo con cuidado—.

-No solo en clase —Asomó una silla y se sentó dando lugar a que Tae también lo hiciera—. Cuando le pedía que vuelva solo a casa, volvía con moretones, y me decía que los niños de su clase lo empujaron en la calle

-Y-yo no sabía que Jiminnie era esa clase de chico. Pensé que era más respetado por los otros—Miró a la señora con confusión y tristeza—.

-Ha pasado por mucho. Demasiado, diría yo.

La olla empezó a hervir, así que Tae voló a apagar el fuego. Si no su comida olería a quemado.

-Gracias por tener esa confianza.. —Hizo una pausa y se giró hacia ella— Le agradezco por haberme contado esto.  —Hizo una reverencia—.

-Esta bien TaeTae, sé que puedo confiar en ti. Y sé que no eres de los chicos que pudieran lastimar a mi Jimin —Lo miró con una amplia sonrisa, con los ojos un poco húmedos—.

No podía
Simplemente no podía lastimar a su hermano.
Jimin era lo suficientemente inocente para que él le haga eso. Para que le saque a su más preciado amor. Jimin era feliz, y debía serlo. Porque ahora eso importaba para Tae, ahora el mismo no importaba, Jimin se merecía todo y mucho más.

El timbre sonó y su madre fue a atender.

-¿Si?

-¿Usted es la madre de Park Jimin?—Dijo un policía aproximándose por la puerta—.

-¿Qué pasa con él?—Lo miró preocupada—.

-Se encuentra en el hospital. Ha recibido un golpe muy fuerte.

-¿Q-qué?—Totalmente confundida y asustada, la señora corrió a su auto para ir a por Jimin— Tae, quédate en casa, ¿Si?

El contrario asintió y esta partió rápidamente.

Asustado.
Con miedo.
Confuso.
Así se sentía, algo que nunca había sentido.

**
horas antes

-Kookie, debo mostrarte algo

Este lo llevó hasta un puente el cual no pasaba mucha gente.
Era bastante alto y desde allí se podía ver un gran lago bajo ellos.

-Es hermoso, ¿Que pasa si me tiro?—Amagó con tirarse de ahí arriba—.

-Ni lo pienses—Lo abrazó —, no te soltaré si te piensas lanzar.

-Me lanzaré contigo, da igual —Se rió—.

-No seas tonto —Sacudió su cabello, le encantaba tocar el cabello de su pequeño Galleto—.

-Mira a quien me encuentro aquí —Apareció un chico bastante grande de la nada—. La parejita gay, la rata y el tonto.

-¿Que necesitas?, Si quieres insultarnos con tus cosas homofóbicas ya estamos acostumbrados, ni te molestes

-Kookie, vámonos —Susurró un temeroso Jimin a su oído —.

Kook nunca había visto con tanto miedo a su novio. Para él siempre fue quien pudo protegerlo. Pero al parecer no era así. Su Jimin era un humano y con sentimientos, y se notaba que conocía a esa persona. Se notaba que esa persona ya le había hecho daño a Jimin.

-No, tu te quedas—Agarró el brazo de Jimin sin importarle que el agarre casi lo esté dejando sin circulación—. Eres un idiota. Todavía me debes mucho tontito —Agarró un mechón de pelos del contrario y fijó un puñetazo en su débil cara—.

-Kookie por favor vete —Pidió entre sollozos con sus lágrimas inapelables —, en serio JungKook

Pero este estaba en shock. Había quedado congelado al ver a su novio así y a ese estupido golpeándole, pero tuvo que escapar. No había otra alternativa.

Estaba corriendo con todas sus fuerzas, pero notó como un pedazo bastante grande de tronco estaba en el piso. No dudó y lo agarró.

-Con Jimin no, cualquiera menos Jimin —Comenzó a correr aún más fuerte que antes, quería llegar antes de que lastime más a su novio—.

-K-kook —Decía casi sin respiración por culpa a que este le estaba ahorcando–.

Otra vez, recuperó el aliento, ya estaba tranquilo.
Visualizó a su novio, este le había pegado con un tronco a la cabeza del chico que tanto odiaba a Jimin. Pero estaba sangrando, los dos sangraban.

Se desmayó, los dos se desmayaron.

-Por favor una ambulancia —Llamó desesperadamente con su móvil —.