☠; suicida [Kyman.] [PAUSADA]

;; TRES ;;

—Ehm. . Yo. .— no sabía que decir, no sabía que excusa inventar, la mirada oscura del castaño clavada en sus ojos verdosos lo ponían aún más nervioso, tragó saliva mientras pensaba en cualquier mentira que pudiese decirle al gordo frente a el, pero su mente estaba en blanco.

—Te escucho.— el gordo seguía ahí, mirándole fijamente con los brazos cruzados, cuando Kyle estuvo a punto de abrir la boca Stan y Kenny entraron por la puerta.

—Hemos vuel..— se vio interrumpido al ver a Eric mirando fijamente al judío el cual aun no traía puesta la camisa del pijama.—.. to?

—¡Ah, chicos, volvieron!— el pelirrojo aprovechó para hacerse a un lado y rápidamente colocarse el pijama mientras caminaba hasta los recién llegados.—¿Trajeron las bebidas?

—Eh. . Claro — el pelinegro decidió olvidar aquello y les entrego las bebidas a cada uno mientras Kenny dejaba las frituras en la mesita de noche.

Cartman yacía con el ceño fruncido, esta vez Broflovski se había salido con la suya pero la próxima no tendría tanta suerte.

Resignado, se sentó en el piso alfombrado para ver la televisión con los demás, al parecer ahora querían poner un juego, se recargó y tomó un control, decidiendo que el sería el primero por ser su consola. Stan tomó el segundo control y comenzaron a jugar.

Y así pasaron las horas, jugando juegos de acción o simplemente contando anécdotas pasadas, hasta que eran aproximadamente las 3:30 a.m y los chicos caían rendidos uno por uno.

El primero en caer en los brazos de Morfeo fue Stanley, el cual yacía sobre la alfombra con papitas regadas en todo el cuerpo. En ese momento los otros tres aprovecharon para tomar un marcador negro y pintarle unas cuantas cositas en la cara.

No fue hasta media hora después que Kenny cedió al sueño, no quería que le pintaran la cara pero no tuvo opción y termino quedándose dormido en un pequeño sofá que yacía junto a la cama.

—¿Qué crees que debamos hacerle?

—No sé, ¿Y si le pintamos un pene en la frente?

—Nah, eso ya le hiciste a Stan

—Cierto

—A menos que le quieras poner tu salchicha en la boca y tomarte una foto como lo hiciste con Butters.— Ante su comentario, Kyle no pudo evitar reír, recordando aquel suceso.

—¡Hey, eso fue hace mucho tiempo! Además era un niño pendejo y no sabía lo que hacía.— habló frunciendo el entrecejo.

—Ajá, ¿Y ya no lo eres?— le miró divertido mientras el otro solo fruncía más el ceño y trataba de que sus mejillas no se pusieran coloradas.

—Sabes que es joda, culón, no seas tan marica.— rodó los ojos con gracia.

—Uy sí.— Se cruzó de brazos y luego recordó algo importante.—¿Ya me dirás que te pasó en las muñecas realmente?

Kyle se tensó, ¿otra vez tocarían ese tema?

—No pasó nada, enserio.— comentó con seriedad

—Ajá

Una sonrisa ladina se formó en el rostro de Kyle, mirando con diversión al nazi mientras ponía ambas manos en su espalda.

—¿Porqué?—Se inclinó levemente para mirar al castaño a los ojos.— ¿Acaso te preocupas por mi?— preguntó aún con su sonrisa traviesa

Eric simplemente abrió los ojos y ladeó la cabeza, frunciendo su entrecejo al instante.