;; DOS ;;

1.3K 148 191
                                    

La semana pasó rápido y cuando menos los esperaban ya era Viernes. Muchos ni prestaban atención a la clase por estar haciendo planes para esa noche, algunos iban a fiestas y otros se quedarían en casa a jugar videojuegos o flojear en su habitación. O eso era lo que quería Kyle, de no ser porque su team organizó una pijamada en casa de Cartman. Y por organizar quiero decir que todo fue planeado a ultima hora.

Al principio el judío se negó, realmente no tenía ganas de salir de su casa esa noche. Pero sus amigos son mas tercos que su madre, a si que no tuvo opción.

Ya al terminar las clases, el judío caminaba rumbo a su casa, cuando de repente Stan hace presencia parándose a un lado suyo.

-Hey Kyle, ¿Te sientes mejor? -

-¿A qué te refieres?- cuestionó enarcando una ceja.

-Oh bueno, pues ayer estabas algo amargado, y me echaste del baño. - respondió con simpleza mientras se encogía de hombros.

-Oh, cierto- sonrió apenado.-Perdón por eso, creo que tenía arena en la vagina

El pelinegro comenzó a reír.-Eso mismo pensé.- sonrió a la par del judío y suspiró. -Descuida, sabes que si necesitas hablar, estaré disponible.

El judío sonrió y agradeció. Y si, confiaba plenamente en Stan, era su súper mejor amigo de toda la vida, pero simplemente no sabría decirle por lo que estaba pasando.

Siguieron charlando hasta que cada uno tuvo que ir a su respectiva casa para preparar sus cosas para la pijamada en casa de Eric a la cuál iba mas por obligación que por voluntad propia.

Tras saludar a sus padres fue directo a su habitación, solo para dejar la mochila en el piso y tirarse de espaldas a la cama, viendo el techo como si fuese lo más interesante del mundo.

Levantó su brazo hasta tenerlo frente a el, levantó su manga y miró con nostalgia aquellas marcas cicatrizando. De repente escuchó unas risas provenientes de fuera, con curiosidad se levantó para poder mirar por la ventana a las dos personad que menos quería ver (o al menos juntas) ese día. Heidi y Eric, pasando por la calle de enfrente mientras se tomaban de las manos, y como no, reían y en ocasiones se hacían mimos. Era como si lo hiciesen a propósito.

-Es el colmo.- Frunció el entrecejo y corrió las cortinas. A paso veloz fue hasta su mesa de noche y abrió el segundo cajón para comenzar a rebuscar entre sus cosas.

Al encontrar lo deseado, miró con recelo la punta afilada de aquella navaja. No quería volver a eso, no debía. Pero los recuerdos volvían a el como una avalancha.

Primero se enamora de un gordo racista. Cuando esta a punto de hacer algo al respecto, aparece el con la chica que había rechazado al judío hace ya tiempo atrás.

Parecía que el jodido destino no quería que el judío fuese feliz por una maldita vez en su vida.

Se sentó en el borde de la cama y levantó la manga de su abrigo naranja con brusquedad. Miró su muñeca y frunció el ceño y, antes de que se arrepintiese, posó la fría cuchilla sobre su blanca piel, haciendo un corte no muy profundo, aunque no lo pareciera siempre lo hacía con cuidado, tampoco se quería suicidar. . o al menos por ahora eso no estaba en sus planes.

Miró la sangre brotar en una fina línea. Había olvidado como se sentía aquello, nuevamente pasó la cuchilla de la navaja, haciendo otra línea, hizo una mueca de dolor, pero sin darle mucha importancia continuó hasta que su brazo izquierdo estuviera llenos de cortes y sus ojos con lágrimas acumuladas.

Era un maldito marica.

[. . .]

-Oh cariño, ¿Ya tienes todo lo que necesitas?- Liane estaba terminando de acomodar las palomitas y bebidas en una pequeña mesa en la habitación de su hijo, Eric.

☠; suicida [Kyman.] [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora