Poema III

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La ráfaga del silencio que nace al anochecer, trae consigo en su frío viento mi más terrible desdén.

Ya no tengo tus ojos y tu risa ya no es mía, lo nuestro quedó en el ayer.
De otros, nuestro amor es de otros, que nos aman sin saber, hemos callado y estamos mintiendo para no volvernos a ver.

¿Cómo superar tu ausencia?
Si es mi mayor debilidad.
¿Cómo evadir mi estado de limerencia?
Y explicarte al corazón  que ya no estás.

Introspección de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora