Pov ________
Abrí los ojos, acostumbrándome a la maldita luz que entraba por la ventana. Me siento en la cama mirando a mis alrededores, esta no es mi habitación. ¿Donde estoy?
-Oh, veo que ya despertaste. -dice una voz femenina desde una puerta que parecía ser un baño. -Te he preparado el desayuno.
La chica sale del supuesto baño y logro ver que es una rubia, delgada, con curvas bastante marcadas. Trato de recordar qué pasó la noche anterior.
Vienen recuerdos a mi mente, luego del pequeño encuentro con la chica de ojos verdes, ¿Lauren? Sí, Lauren. Luego de que ella me quitara la ebriedad que llevaba encima, no podía dejar de pensar en sus perfectos ojos, y eso no es común en mí, yo no pienso en las personas deseando que la haya conocido en otras circunstancias, por lo que decidí, esa noche, ir a un bar que pude divisar a lo lejos.
Cuando llegué al lugar, no había mucha clientela para ser las 4:23 de la madrugada, pero no me importaba, me acerqué a la barra y pedí al cantinero un vaso de whisky doble. Lo bebí y aún así seguía teniendo esos ojos color esmeralda en mi cabeza.
Pude ver una rubia que estaba bailando en el centro de la pista y me acerqué. Estaba decidida a sacarme a la princesa de ojos claros de la mente.
Agarré, a la rubia, seductoramente, y le hice una mueca para que me siguiera a la barra, luego de eso recuerdo que tomé bastante alcohol y nada más.-No te acuerdas de mí, ¿verdad? -la rubia habló. Había interpretado mi cara de confusión correctamente.
-A decir verdad, no. Te recuerdo del bar y no más. -solté sin importar lo que le fuera a provocar aquello. La resaca me estaba matando.
-Oh, claro. -dijo con aires de tristeza que se asomaban. -Soy Stephanie. Anoche... bueno... nosotras...
-¿Tuvimos sexo? -completé rápidamente. Stephanie asintió bajando la mirada. -No me sorprende, eres muy sexy. Oye, ¿tienes aspirinas?
-Claro. -abre un cajón de la cómoda y saca las benditas pastillas. -Aquí tienes.
Agarro las aspirinas y me meto dos en la boca, tragándolas con facilidad. -Bien, me iré. -digo levantándome de la cama y agarrando la ropa que se encontraba en el suelo de la habitación. Luego de vestirme, salgo de la habitación. -Adiós, Steph. Linda noche. -grito sin mirar atrás.
-¿Me podrías dar tu número celular? -dice la rubia corriendo detrás mío. Me vuelvo hacia ella, mirándola. -Podríamos repetir la increíble ocasión. -dice coqueta.
-Claro, ¿tienes papel y lápiz? -digo sin mucha importancia. Me entrega ambos elementos para poder compartirle mi número telefónico. -Aquí tienes. Nos vemos.
Salgo de la casa y el sol me pega de lleno en la cara. Entrecierro los ojos para no encandilarme.
Miro la hora. Mierda, 10:28 de la mañana. No he llevado a mi hermanita a la escuela. Maldigo en voz baja y pido un taxi para que me alcance hasta mi casa.
Emma es mi única familia. Mi madre al parirla, murió dejándonos solas con mi padre alcohólico. Cuando esto sucedió yo tenía tan solo 11 años de edad. Al pasar unos meses con mi padre, él nos abandonó en la calle ya que decía que éramos un gasto de dinero innecesario con el cual podría comprar más alcohol.
Al llegar a casa, noto que Emma se encuentra llorando en el sillón del living, sentada agarrando sus rodillas.
-Hey, pequeña. Perdóname por no llegar antes. -dije en voz tranquila y suave, acariciando su espalda.
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La Luz en mi Oscuridad || Lauren Jauregui y Tú
Fanfiction________ Evans tiene 23 años, lo único que le sostiene los pies en la tierra es su pequeña hermana. Su adicción a las drogas y al alcohol no es más que una excusa para no pensar en todo lo que está viviendo. Su apariencia de "chica mala" no es más q...