U N O

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El chico sonrió.

- Perfecto.

Me entregó unos pequeños boletos que contenían los datos del juego.

- Recuerda que sólo es un juego, no te ocurrirá nada. - Comentó con una voz calmada y me miró.

- Aaam... Gracias. - Me ayudó levantando los telones que permitían la entrada al juego. Caminé un poco y después sentí cómo las cerraba y terminaba estando totalmente a oscuras.

Creí que iba a comenzar con alguien que me enseñara el recorrido, pero estaba equivocada.

Desde este momento había comenzado el juego.

Una pequeña nota apareció en una cajita color plateada que se encontraba iluminada un poco más adelante de donde comenze.

La tomé en mis manos y comenze a leer.

"Tal vez te asustes, pero es un juego. No hay nada que temer."

Poco después aparecieron las instrucciones del juego y sus reglas.

⬚ No estaba permitido entrar en las habitaciones en las que no se encontrara "pase."

⬚ Tenía derecho a la primera y última pista para poder salir del juego.

⬚ Nadie podría ayudarme.

⬚ Tendría que guiarme por mis instintos para poder conseguir la meta.

Una vez que terminé de leer las instrucciones escuché el sonido de una puerta abriéndose. Se encontraba en frente de mí. Era el comienzo.

Caminé segura de lo que pasaba.

Confíe mucho en qué tan sólo era un juego sin medir las consecuencias que se vendrían por encima de el camino.

Entré en la habitación y comenze a mover todas los objetos que se encontraban en ésta. Según el juego, sólo requería de 1 hora para poder salir y ganar el juego.

Tenía tantas ganas de ser la primera en salir.

La temática era de una casa embrujada. Según su historia, era un escritor que encontró su vocación, pero su esposa no coincidía con la idea. Ella creía que era una pérdida de tiempo y que debía dedicarse a conseguir un buen trabajo.

El señor Coleman no estaba de acuerdo, pues era su sueño y no se iba a rendir hasta poder alcanzarlo. Terminó su primer libro y mandó invitaciones para que el pueblo pudiera asistir al evento en que se expondría.

Nadie asistió al evento y murió poco después por la depresión que se apoderaba poco a poco de él.

Ahora éramos nosotros los que recibíamos la carta y teníamos que encontrar una manera de poder salir de su casa.

La primera sala era su estudio. Las paredes estaban pintadas de un color brillante pero a la misma vez elegante. Habían muebles y una chimenea que se encontraba en frente del escritorio donde falleció el señor Coleman.

Me acerqué a la máquina de escribir y leí un papel en ésta.

"Debes salir. Debes salir. Debes salir. Debes salir. Debes salir. Hasta las piedras se mueven. Debes salir. Debes salir."

Había encontrado la primera pista sin siquiera pensarlo. Busqué una piedra.

No encontraba ninguna, pero recordé el papel que leí al principio.

"Nada es lo que parece, hasta las cosas más pequeñas esconden grandes significados."

Revisé en la chimenea y cómo creí, encontré una pequeña piedra color negro. La tomé y encontré un papel con un número. Iba avanzando y eso me emocionaba cada vez más. Me sentía nerviosa, no sabía por qué, simplemente tenía un mal presentimiento.

Me acerqué a una caja fuerte que se encontraba escondida en un pequeño cajón e ingresé el número del papel.

Luz roja.

Era incorrecto.

Volví a escribir el número creyendo que tal vez había cometido un error, pero no era así, en verdad estaba incorrecto.

Busqué y busqué hasta poder pasar hasta la segunda habitación. Ahora me encontraba en la cocina de la casa.

Sentí cómo me seguían. No físicamente, pero lo hacían.

Miré hacia todos lados en busca de aquella mirada que seguía postrada en mi, y encontré una pequeña cámara en la esquina de la habitación.

Supuse que servía para ver cómo iba el jugador, así que no le dí importancia.

Seguí caminando y buscando pistas. Cada vez me encontraba cerca del final. Sólo faltaba una habitación.

Cuándo al fin me encontraba en esta, ví que había una pequeña cerradura color rojo. Supuse que era la salida, más sin embargo no había leído que en la puerta no contenía el "pase". Abrí la cerradura y pasé al cuarto. Una pequeña cámara me seguía de nuevo. En la habitación todo estaba completamente oscuro. Caminé un poco más y me encontré con un grupo de chicos que caminaban por todos lados. Como si estuvieran preocupados por lo que llegara a pasar. Poco a poco una luz que se encontraba por encima de mí, comenzó a iluminarse, lo que provocó la atención de los chicos que se estaban a pocos metros de mí.

Uno de ellos tenía la expresión seria, su rostro no transmitía ningún tipo de sentimiento, me causó un poco de miedo ya que sólo estaban ellos en el pasillo mirando la escena. No sabía que hacer, si irme de ahí o preguntar de qué se trataba esta "parte" del juego.

- Perdón por molestar, pero, ¿En qué consiste esta habitación?

Los chicos no me respondieron, simplemente se miraron entre ellos. Era como si estuvieran comunicándose con la mirada. Para este punto sólo me quedaba seguir con el juego.

Caminé un poco más hasta adelantarme, sentía su mirada aún en mí.

- No deberías seguir por ahí.

Me detuve en seco al escuchar aquellas palabras. Giré mi cuerpo y noté que era el chico de la expresión seria que me pedía que parara.

- El juego es sólo un juego. No hay daño ni peligro, a menos que éste sea interrumpido... 

Dijo acercándose a mí mientras que el resto de los chicos sonreía al ver su acto.

- Debes ser cuidadoso Kihyun... - Dijo uno de ellos.

***

LaEsposaMang

No Escaparás Tan Fácil. - |Kihyun y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora