S E I S

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HyungWoon, momentos antes:

- ¿Es necesario?

- Solo así sabremos si está lista para la siguiente prueba. - Dijo KiHyun.

- ¿Y que si no funciona? ¿¡Nos ponemos de nuevo a asustarla y a decirle que se va a quedar para siempre encerrada en este lugar?! No quiero hacerle daño. - El silencio inundó la habitación. Solo se escuchaba el eco de mis palabras degradarse poco a poco.

- Hey, ¡Sabes que yo tampoco quiero hacerlo!

- ¿Y por qué no nos vamos? ¡Ya no quiero estar preso en esto!

- Sabes que no tenemos alternativa... Es lo único que podemos hacer, por su bien y por el nuestro.

- Yo...

- Conociéndola sé que los ayudará.

- ¿Cómo sabes? Ella piensa que somos unos locos que quieren matarla y a su familia igual. Nunca nos ayudaría.

- Lo hará, sé qué será así. - Sus palabras temblaban, era la primera vez que lo escuchaba de esa manera. Tenía miedo y parecía dudar de su afirmación, pero, de alguna manera mantenía un poco de esperanza en su sonrisa.

- KiHyun...

- ¿Sí? - Me acerqué y le dí un abrazo, parecía ser de despedida.

- Por si no llego a regresar. - Sonreí con tristeza. - Creo que lo merezco, al fin y al cabo, soy parte de este asqueroso plan.

- Al igual que el resto. No te culpes. Haré lo posible para que todo salga bien y que ninguno de ustedes resulte lastimado.

- Gracias. - Miré mi reloj. En una hora comenzaban los que serían tal vez, los peores y últimos momentos de mi vida.

...

KiHyun, momentos antes:

¿Cómo lo haría? Ella ni siquiera me miraría. Me tiene miedo, me siento un asco. Ella no tiene porque estar pasando por esto. Prometí cuidarla y protegerla de todo mal.

Y al final resultó ser, que yo era ese mal.

¿Quién llegaría a pensar que yo sería el que más la lastimaría?

Salí de la habitación, me dirigí a la sala de grabaciones y la busqué entre todas las pantallas.

Ahí estaba, en lo que sería su nueva habitación. Acostada en su cama, aún sedada, pero aún así.

Se veía tan linda, tranquila, sin ningún miedo, sin preocupaciones, sin idea sobre lo que pasaría en tan solo unos minutos.

- No quiero lastimarte. Solo quiero que todo regrese a la normalidad y que podamos salir juntos de esto. Confío en tí ___. Yo... - Dije en susurro. Suspiré. - Lo siento. No debí meterte en esto... Te quiero.

Tomé mi cabello con fuerza y caí al suelo rendido mientras toda mi rabia salía descontroladamente de mi ser.

- ¡¡¡¡¡AAAAAHHHHHH!!!!!

A veces parecía imposible la manera en la que mis emociones cambiaban tan drásticamente de un momento a otro.

Soltaba golpes a cualquier cosa que se encontrara frente a mi. Daba patadas a la pared y ahora mis puños parecían sangrar. Golpeaba mi cabeza rápidamente creyendo que de alguna manera, todos los problemas se esfumarían de la nada, pero desgraciadamente las cosas no funcionan así.

Nada de lo que yo intente logrará hacer que salgamos todos de este infierno para poder ser felices al fin.

Poder estar con ___.

Me quedé un tiempo en el suelo con mis manos en la cabeza mientras se apoyaban con mis rodillas.

Cerraba mis ojos con fuerza.

Forzaba mi mandíbula. Y negaba. Negaba toda aquella esperanza que me quedaba.

Nunca podré ser feliz.

...

Caminaba por los pasillos. Lo único que escuchaba eran mis pisadas por el suelo de tablones de madera que rechinaban de vez en cuando.

Los demás se están preparando para comenzar con el juego. Se preparan para sufrir momentos horribles.

Cosas horribles que yo tendré que hacerles.

¿Me gusta esto?, ¿Tener que lastimar a mis únicos amigos?

Claro que no, pero de una u otra forma lo haré.

Él me vigila, y si no lo hago, sufriríamos todos, incluyendo a ___ y no quiero que ella tenga que pasar el resto de esta pesadilla.

Me acerqué a la habitación de ___ y entré.

Seguía sedada. Tomé asiento y la observé, lo hice por un largo tiempo.

Tengo tantas ganas de abrazarla y de decirle que la quiero, que la extraño y que quiero que regrese conmigo.

Quiero que despierte ya.

Poco a poco sus lindos ojos se iban abriendo, y eso significaba, volver a actuar como un psicópata.

...

Le expliqué las reglas del juego y era hora de prepararme yo también.

Entré a los cuartos en los que se encontraban JooHeon y HyungWoon.

Los dos estaban asustados y nerviosos, no me imagino lo horrible que se ha de sentir eso.

Los miré y después de eso los abracé, lo hice de la mejor manera que pude mientras repetía: "Lo siento".

Ellos solo asentían y decían que era un pequeño sacrificio para una gran recompensa.

Se sentaron y tomé mi cuchillo. Mis manos temblaban y sentía como poco a poco mi presión iba bajando por el miedo que sentía, por la culpa que invadía mis pensamientos.

___ ya se encontraba buscando pistas. Era hora de empezar. Miré por última vez a mi compañero a los ojos, que ya empezaban a humedecerce.

Clavé el cuchillo en la mano de mi amigo. Una y otra vez. Sangre resbalaba por mi ropa, por las ataduras de la silla en la que se encontraba una de las personas más importantes en mi vida.

Lo estaba lastimando.

Pero haría que en el futuro todos estuvieran seguros. ¿No es así? Tiene que serlo.

- ¡¡¡¡AAAAHHH!!!! - Gritaba desesperadamente mientras trataba de moverse para evitar que le hiciera daño.

Giraba mi cabeza de un lado a otro mientras escuchaba como la herida en su mano producía chorros de líquido color rojo que ya había empezado a salpicar por mi rostro.

Soy un mounstro.

Cada segundo, esperaba que ___ eligiera rápido.

Que hiciera lo correcto.

Me alejé, entrando a otro cuarto mientras limpiaba con mi brazo todo rastro de sangre en mi cara. Comencé a dañar a mi otro amigo y de nuevo, gritos de dolor, de sufrimiento, y yo era el responsable de eso.

Si puedo dañar a mis amigos, ¿Como no hacerlo con ___?

LaEsposaMang.

No Escaparás Tan Fácil. - |Kihyun y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora