C U A T R O

514 48 23
                                    


- Pero si es mi buen amigo Wonho... - Kihyun sonrió con su carismática mirada que producía temor y maldad en una sola. Lo tomó de un hombro y lo obligó a arrodillarse frente a él. Tomó una soga y comenzó a atarle las muñecas por detrás de su espalda.

Wonho soltó un quejido, puesto que Kihyun lo amarró con un movimiento muy fuerte y lleno de brusquedad.

Wonho se encontraba mirándome con una triste sonrisa. Su rostro en general pedía mi perdón por no haberme ayudado a escapar. Sabía lo que le vendría a continuación.

- ___, preciosa... ¿Qué se les hace a los niños que son malos? - Preguntó aún sin mirarme, tenía sus ojos postrados en los de Wonho.

Esperaba mi respuesta.

- ...

- ¿Que se les hace ___? - Preguntó girando lentamente su cabeza hacia mí.

- ... S-se... - No quería terminar la frase, a pesar de que Wonho fue cómplice de mi secuestro, trató de ayudarme. Además, nadie merece los tratos que Kihyun podría hacerle.

- Se... - Repitió Kihyun para que yo puediera seguir.

- Les... - Wonho me miraba con la esperanza de no completar aquella oración.

- Les... - Volvió a repetir Kihyun con prisa. Estaba desesperado. Quería comenzar a lastimarlo. Quería ya hacerle daño.

- No puedo. - Dije mirando al techo manteniendo las lágrimas. - No puedo. ¡No puedo! - Lo miré. - ¡No le harás daño!, ¡No lo harás!, ¡Eres un maldito desquiciado! - Expresé con furia, olvidé lo que podría pasar, simplemente no quería que le hicieran daño por querer ayudarme a encontrar de nuevo mi libertad.

Cada momento era una tortura psicológica.

Los pasillos, llenos de imágenes turbias con tonos obscuros te hacían recordar los momentos más tristes de tu vida. 

Una pequeña melodía que podría hacerte perder la cabeza, pues solo se  escuchaban los gritos de personas sufriendo y rogando piedad ante sus agresores.

Las ventanas, las puertas, los techos del lugar, todo era un maldito infierno.

Y lo peor es que simplemente no puedes hacer nada para pensar en que hay esperanza. En tan solo un par de horas, toda tu fe, desaparece por completo.

Caí al suelo frente a Wonho, ya que mis piernas temblaban por todas las emociones que estaba experimentando en ese mismo instante.

Él me miraba con una leve sonrisa, mientras formaba con sus labios la palabra "Gracias".

Kihyun suspiró frustrado.

- Linda... ¿Cuando vas a entender que YO mando aquí?, ¿Qué lo que te pregunto, lo respondes?, ¿Qué te puedo matar si terminas con mi maldita paciencia? - Dijo inhalando y suspirando lentamente.

Lo miré desafiante.

- ¡Si me puedes matar!, ¿¡Por qué no lo has hecho antes!? Yo sé que me tienes aquí por algo. ¡Deja de amenazarme con eso, porque estoy segura de que no lo harás!

Todo quedó en silencio, sentía la mirada de Wonho por detrás de mí. Y podía ver los ojos de Kihyun mientras pasaba la lengua por sus labios con los ojos entrecerrados, para luego sonreír ampliamente.

- La hermosa ___, se a rebelado... Me gusta. Vamos bien... Muy bien. Unas más y estará lista. - Dijo en susurro frotando sus manos. - Bien querida, pon tus condiciones y yo pongo las mías. ¿Trato? - Metió su mano a uno de sus bolsillos en el pantalón negro tipo seda que llevaba puesto y después sopló un pequeño polvo rosa a mi rostro.

Se acercó a mí y me dió un beso en la frente.

¿Pero qué...? Mi cabeza daba vueltas, me sentía nerviosa, confundida, mareada. Poco a poco cerré mis ojos y caí rendida al suelo.

Llevé mis manos a mi cara y me froté los ojos.

Lentamente mi vista volvió a la normalidad. Levanté mi cuerpo con ayuda de mis manos y me senté en la cama.

Cómo era de esperarse, Kihyun estaba en una silla sentado a lado de la cama, mirándome sin expresión alguna. Intenté decirle que me dejara sola, pero el habló primero.

- Yo... No he tenido la oportunidad de hablar bien contigo. Así que solo quiero que escuches las reglas del juego.

- ...

- Quiero afirmar, que tú vas a estar segura en este lugar. No en la casa. Si no, que aquí, en tu cuarto. Nadie te podrá lastimar, solo tienes el privilegio de permanecer aquí en la noche y una hora al día para analizar la pistas que te conducirán al siguiente desafío.

¿De qué está hablando?

- Has pasado la primera prueba. Que es valentía. Te quedan 4. Cada ves que resuelvas una, yo te traeré hasta aquí y obtendrás como recompensa las  condiciones que me pongas. - Se quedó callado mientras me mostraba una sincera sonrisa que nunca había visto antes de parte de el.

Comenzó a explicarme más cosas que no eran tan importantes como las de "Cada vez que preguntes por una pista, peor se pondrá el juego". Al decir eso, su voz cambió y su mirada se convirtió más sensible, tal vez el no quería lastimarme, pero tenía que hacerlo, por alguna razón.

- Trata de no pedir pistas, ¿Sí?, Eres demasiado inteligente, no las necesitas, no las pidas... Por favor. - Dijo en susurro cerca de mi oreja. Tomo mi mejilla con una de sus manos y la acarició.

"El juego comienza en 5 minutos".

Me abrazó y salió del cuarto.

¿Con qué tipo de persona estaba tratando?

¿Y cómo iba a lograr salir de aquí?

LaEsposaMang.

No Escaparás Tan Fácil. - |Kihyun y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora