El torneo de los Tres Magos Part. 2

287 27 16
                                    


Un hombre no puede estar cómodo sin su propia aprobación.

Mark Twain


«¡¿Dónde está Draco, Lucius!?» la voz inusualmente elevada e histérica de su madre fue lo primero que lo recibió cuando entro por las puertas de Malfoy Manor.

Draco suspiró ligeramente y le susurro a Winky que se fuera con los demás elfos de la mansión, quienes le explicarían donde estaba su habitación.

«¡No lo sé! No..¡No pude encontrarlo Narcissa!» ahora, aquello fue nuevo. A lo largo de estos cuatro años no había escuchado a su padre manifestar tanto sentimiento en sus palabras y mucho menos a algo referente a él.

Sin embargo no quería preocupar a su madre, por lo que abrió suavemente la puerta del comedor donde sus padres se increpaban cada vez más fuerte, cada vez más molestos.

«Estoy aquí, tranquila madre.»

Narcissa se giró rápidamente. «¡Draco!» los brazos de su madre se enroscaron en su cuerpo, la seda haciendo contacto con su piel pálida y recargo la cabeza en su pecho, dejando que el cansancio se filtrara un poco.

De reojo noto que su padre transformaba su anterior fea mueca en su usual mascara fría, tambaleo un poco antes de mantenerse recogido y en una postura firme.

«¿Dónde estabas?» preguntó Lucius.

Draco se separó suavemente de su madre.

«Asegurándome que tus amiguitos dejaran de jugar de manera segura. Oh y teniendo un encuentro con el ministerio. El señor Crouch manda sus cordiales saludos.» contestó tranquilamente.

Lucius apretó su agarre, sus nudillos poniéndose blancos por la presión.

«Te ordené que te fueras a casa. No que "vigilaras"» se burló.

«Bueno, eso podría haber sido muy conveniente...Si no fuera por lo irresponsable e infantil de sus planes.» el enojo que había estado conteniendo explotó. «¡¿Qué tenían en la cabeza!? ¡Atacar muggles en un partido de Quidditch! ¡Conjurar la marca tenebrosa! ¡Por Merlín! ¿Qué pasaba si te atrapaban?»

Lucius dio un golpe con su bastón que estaba a su lado. «No es algo de tu interés nuestras decisiones, si te ordenamos algo, obedeces; caso contrario ¡No haces absolutamente nada! ¿Qué tan difícil es eso de entender niño?»

«¡Por qué lo que hicieron fue estúpido!» alzó la voz el rubio.

«Draco...» la voz de su madre sonó temblorosa.

«¡No madre! ¡Incluso tú debes pensar que sus acciones esta noche han sido estúpidos! ¿Acaso son niños?» Draco dirigió su mirada más filosa a su padre. «Ni por ti, iría de nuevo a Azkabán solo para sacarte de ahí.»

El silencio entre ellos se hizo incómodo, Narcissa puso una mano en el hombro de Draco y apretó su agarre en él. El rubio no se inmuto ante la presión ejercida, solo mantenía la vista en los ojos de su padre.

Lucius hizo el ademan de hablar, pero justo en ese momento el "crack" de la aparición sonó entre ellos dos apareciendo así la nueva elfina de Draco, Winky. Draco por un momento tuvo el flashback de Dobby enfrentándose a su padre a favor de Harry Potter, aventándolo hacia atrás en un fuerte golpe.

«¡El señor Malfoy ya no debe molestar al cansado amito Draco!» chilló la elfina.

Su padre saco instantáneamente su varita, Winky no movió ni un pelo.

The BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora