Hace más cincuenta años, en los Estados Unidos de América, se impuso una ley que permitía a los cubanos ingresar al país sin visas ni verificación de antecedentes, denominada como la "Ley de ajuste cubano". A diferencia de otros inmigrantes, los cubanos pueden volver a la Isla sin poner en riesgo al estado, de esta manera pueden contribuir con las bandas criminales que operan en el país.
Esta ley denotó varios percances debido a que los criminales no podrían ser capturados una vez que cruzaban nuevamente a Cuba. La ley se ha mantenido sin cambios y estos se especula que estos problemas continúan sucediendo y las redes criminales abusan de ella.
Esto podía ser apto gracias a la llamada greencard, unos papeles algo fácil de falsificar.
Carmelo, como le decía Manny, había viajado a la isla para unas vacaciones. Ahí fue donde se conocieron. El italiano visitó frecuentemente Havannett, el club donde Manny hacía correr su negocio de marihuana, era el lugar donde más barato que se podía conseguir.
Manny no tardó en hacerse notar frente a Carmelo, lo atendió como un rey, le ofreció todo su stock, lo hizo reconocido por la zona. Por consecuente, este último se lo recompensó: Por un mes alimentó su negocio allí en cuba, mandando a sus conectados entre semanas con el dinero suficiente para plantar media hectarea más. Todo esto mientras hacia tiempo para poder falsificar una greencard.
Si, Carmelo controlaba gran parte de los almacenes del puerto de Los Angeles en San Pedro, pero aún así necesitaba tiempo para los papeles. Mando a crear una empresa fantasma en uno de sus almacenes, una especie de repartidores, unos FedEx de los barrios bajos. Eso era el trasfondo claro. En el fondo del local, doblando por el pasillo, en la puerta izquierda, se encontraba el verdadero negocio. Se había comprado dos impresoras especiales, no podía dejar que se note la falsedad de la tarjeta.
¿Y cómo fue que Carmelo confiaba tanto en el cubano? Manny lo había atendido como un rey, pero eso no bastó, claro. Él tenia ya un minigrupo formado con sus amigos del barrio. Se dedicaban a pasar marihuana por la discoteca, pero estaban en Cuba, si no hacían algo se los comía Castro. La cosa es que el italiano vio ambición, manejo, audacia o alguna de esas mierdas en Manny, lo quería trabajando con él.
14 de septiembre, un poco más de un mes de haberse conocido, Manny recibió dos greencards, una para él y una para su segundo al mando, Moncho. A la semana ya estaban viviendo en The Golden Palm, un hotel de dos estrellas en Long Beach. No era el Queen Mary pero estaba a unas calles de él.
Así fue como Manny empezó. Carmelo le dio a los dos cubanos un almacén para su merced. Estos montaron varios indoors y empezaron a cultivar. Sabían de Alahambra, la discoteca por demás famosa de la zona y ahí fue donde establecieron su negocio.
Manny se sentia todo un Freeway Rick. Vendía apenas sin pestañar, tenia apoyo monetario y distribución de un gangster formado y lo más importante, no tenia a la policía metiendo sus narices.
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My cuba vice to LA.
Narrativa generaleA finales del '66 en los Estados Unidos se aprobó una ley para migración legal de ciudadanos cubanos hacia su país. Muchos abusaron de ella.