Mi visión se nubla y no puedo ver. El corazón negro y quemado como el carbón se deshace como simple ceniza. Incapaz de sentir o pensar en otra cosa me refugio en mi interior, cubriéndome con una sábana de acero, poniendo una máscara en mi rostro para disimular el dolor que llevo dentro. Varias veces te fuiste, muchas son las lágrimas que derramé por ti. Demasiado es el daño que hiciste y, aun así, sigo esperando a que vuelvas a mi vida otra vez. Sigo anhelando tus besos otra vez. Sigo deseando verte...pero más aún deseo que seas feliz.
ESTÁS LEYENDO
Mis historias
Historia CortaHistorias varias que escribo y que pensé que no iba a dejar que nadie leyera.