Perfecta mentirosa ©

『03』Lasitud

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CAPÍTULO TRES

LASITUD

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   Habían cinco atuendos diferentes con accesorios incluidos sobre mi cama, Kevin por alguna estúpida razón creía que si me mostraba múltiples opciones de ropa para esta noche las ganas de de ahorcarlo serían sustituidas por ganas inaguantable de ir a la fiesta.

   Una teoría que estaba tan lejos de ser real como ver a Emilie usando zapatos sin plataforma.

   Kevin seguía sin perder las esperanzas, aún creía fielmente que conseguiría un sí de mi parte.

   Mi cama se había convertido en un muestrario de atuendos y parecía más una tienda de ropa y accesorios que un lugar en el cual dormir. Kevin había estado al rededor de media hora revolviendo y escogiendo lo que según él, era lo ideal, mientras que yo sólo me dedicaba a ver como perdía su tiempo desde mi balcón.

—Creo que ya terminé— Había dicho hace ya unos cuarenta minutos. Me obligó a acercarme y me mostró y explicó detalladamente por qué debía elegir cada uno de ellos.

   Le di una rápida mirada a las piezas que yacían sobre mi colchón. En el extremo derecho un vestido negro algo holgado esperaba ser seleccionado o rechazo por su servidora. Tenía un cinturón de tachas plateadas en forma de picos a la altura de la cintura, su escote era totalmente simple y la falda me llegaba por debajo de los muslos. Un poco hacia la izquierda otro vestido esperaba el veredicto, era azul marino, tenía una sola manga y era bastante ajustado en la cintura y muslos. La tercera opción estaba compuesta por un short tiro medio negro y una blusa corta de mangas largas color verde militar. Y por último, en el límite del espacio estaban la cuarta y quinta opción, otra vez eran dos vestidos casi idénticos que había olvidado por completo, Kevin los había hallado en las profundidades de mi armario. Uno de ellos ya no me quedaba y el otro era muy formal para una fiesta en la piscina. Kevin dijo que no importaba si uno me apretaba un poco o si me veía fuera de lugar con el otro, ya que sólo lo usaría por un momento antes de quitármelo.

   Una pequeña sonrisa se formó en mis labios al ver los aretes por encima de cada uno y los distintos zapatos sin plataforma en el suelo haciendo juego. Kevin realmente se había tomado esto enserio, y me daba algo de pena destruir su idea de victoria una vez más.

—No puedo creer que hagas esto, Kev —Reí ya sin aguantar, la situación según yo era muy cómica. Si bien mi amigo se vestía muy bien jamás creí estar en esta instancia con él. Solo faltaba que eligiera el mejor y más cómodo brasier.

   Sin delicadeza alguna tomé todas las prendas de ropa de un tirón para poder acostarme. La cara de Kevin se desencajó en cuanto realicé la acción que echaba a la basura todo su trabajo.

—¡Pero qué haces! —Me gritó exaltado al mismo tiempo que tomaba los aretes, anillos y colgantes que habían sido disparados al suelo por mi falta de sensibilidad.

—Los tendré en cuenta si decido ir, no te preocupes —Dije arrojando la ropa dentro de mi armario y cerrando la puerta antes que todos cayeran al suelo por el gran desorden de prendas que había.

—No sabrás con qué combinarlo — Puntualizó seguro de su mi falta de buena creatividad a la hora de escoger ropa.

—Tengo memoria fotográfica —Mentí descaradamente al simultáneo que pateaba mis zapatos debajo de mi cama.