Before being a star

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A sus 15 años Lee Seokmin ya había tratado demasiado en entrar a una empresa, desde la perspectiva de un joven que aprovechaba cada oportunidad entre clases, se encontraba cansado de ello y recién era el comienzo de sus vacaciones. Se cuestionaba por qué no lo dejaba durante estas y las disfrutaba como era debido mientras veía hacía un pequeño grupo de niños jugando en el parque, de cierta forma estar en un lugar así le reconfortaba después de otro gran rechazo. Tenía una voz muy buena, se lo reconocían, pero se lo estaban negando por su poca capacidad de baile.

Le frustraba mucho no saber bailar, no podía pedir a sus padres que le pagaran unas clases de danza por el simple hecho  de que estos no estaban de acuerdo a pesar de no oponerse a que lo tratara de hacer. Por eso desde el inicio sabía, sin que lo dijeran,  que si quería conseguir esa carrera sería a base de su propio esfuerzo. Había tratado con tutoriales de Youtube pero no le servían de mucho a la hora de ponerlo a prueba. Hasta había preguntado a sus amigos pero Josh solo sabía tocar la guitarra y bailar de una forma algo chistosa, Wonwoo era incluso  peor que él, Mingyu era más modelo  que bailarín, Jaehyun se encontraba muy ocupado y agotado con su trabajo de medio tiempo ya que al ser vacaciones aprovechaba para hacer turnos completos obteniendo dinero extra para darle una mano a su mamá, Jungkook no le tenía paciencia, Eunha le hacía hacer bailes bastantes femeninos (que terminaban siendo un chiste) Yugyeom  y Bambam, su última esperanza, asistirían a un campamento de idiomas, tanto para mejorar su coreano, el tailandés, como para aprender inglés y japones, eso decía el coreano para encubrir que su mejor amigo lo estaba obligando a ir debido a que hab{ia convencido a sus padres de que era una mejor manera de gastar tiempo a que se la pase con videojuegos.

Sintiéndose algo deprimido termino por levantarse, era obvio no podía perder tanto tiempo lamentándose además de no ser su estilo sentir autocompasión en un lugar tan público siendo que tenía una muy cómoda cama esperando por él. Antes de salir del parque un ritmo de hiphop se encontraba sonando y llamo su atención tanto que cuando se percato de ello estaba caminando hacia una multitud de personas.

Al acercarse quedo asombrado, se trataba de unos cuantos artistas callejeros. Escuchó atento la letra del chico que estaba rapeando, su voz tenía un tono agradable y las palabras que soltaba rápido eran muy limpias para lo que él entendía sobre rap. Mas ese pequeña distracción se termino cuando al terminar el chico advirtió que vendrían a continuación sus dos amigos bailarines, explicando que harían presentaciones solistas. 

El que se apodaba The8 cuando comenzó con su performance dejó a todos pasmados por los trucos que realizaba, dejando más que claro era b-boy, tenía una fuerte y ruda forma de moverse que acompañaba perfectamente el ritmo, haciendo hipnótico el verlo. Por eso no noto cuando el segundo se posicionó al medio lo que hizo que al percatarse llamará más la atención del cantante, pues desde donde sea que lo viera solo pensaba que era un niño bonito y adorable. Que no duro mucho ya que al sonar la música que era  un muy claro pop americano, muy distinta a la que usaba el anterior bailarín, se llevó una gran sorpresa. La expresión de esté cambio se veía sería que acompañaba los pasos certeros y ligeros a la vez, no se vía más que la pasión en  movimientos, en ese momento pensó "si yo pudiera bailar así" a lo que no le dio importancia y siguió embelesado por ese niño. 

No se animo a ir a hablarle cuando termino la presentación, pero se dijo así mismo que en el futuro lo haría.

Así pasaron varios días yendo a esa plaza para encontrarse otra vez con ese bailarín. 

Su encuentro fue a exactamente a la semana, aunque esta vez fue al revés el bailarín lo encontró a él. 

Estaba cantando en una parte que solía ser menos frecuentada del parque, donde iba a practicar para no ser reprendido con que debería estudiar en su hogar, sentado en una banca viendo a la estatua al frente suyo. Lo abrumaba el cansancio y lo único que lo relajaba era exactamente lo que le estaba estresando : cantar. El amaba cantar y componer sus propias canciones, era algo que había aprendido y hecho para su abuela que a su vez había refinado para su primer amor unilateral,  el hermano de su profesor de composición, clases extra curriculares de la escuela,  Min Jihoon. Lo desalentaba no conseguir su oportunidad para mostrarlo al mundo, sin importar cuanto se esforzara en los vídeos que mandaba o en los castings que se presentaba, era lo mismo halagaban su voz pero al salir a flote su falta de talento para el baile se deshacían de el con vagas promesas de contactarse, que nunca cumplían.  

En su momento sombrío donde su voz no estaba sonando tan bien, se rompía o no hacía notas altas por su animo, lo conoció.

  –Disculpa, no te hubiera molestado en un día normal pero tu voz...–Pareció dudar si debería decirlo pero algo que le caracterizaba, y que estaba por aprender el mayor, es la gran sinceridad del menor. –Suena muy mal, no quiero sonar acosador pero siempre vengo acá a estirar o practicar un poco, suele escucharse una voz hermosa que da mucha paz y que hace poco seguí para conocer quien era y descubrí era tuya por lo que te estuve escuchando en secreto para no molestarte, por eso sé que debe haber algo mal... y no sé pensé que podría ayudarte contarle a un extraño que no te va a juzgar.–Se notaba solo algo nervioso por admitir tanto y percatarse de lo tonta que sonaba su última linea, pero era sincero estaba algo preocupado por escuchar así a su cantante favorito.

  –Es solo que...estoy harto, quiero cantar hacer de eso mi carrera, cuando me presento las empresas parecen interesarse en mi voz pero cuando se enteran de que mi talento para el baile es casi nulo es como si no importara lo demás.– Se quejó haciendo un puño con su mano y mirando al suelo, sintiéndose patético por dar esta imagen a aquel niño adorable que tenía a unos pasos.–Y aunque trató de aprender, soy todo un fracaso por mi cuenta y ahora le estoy contando esto a un chico desconocido que probablemente va a tener pena de lo perdedor que debo sonar.

  –No creo eso, todos se deprimen por algo pequeño o grande, supongo debe ser frustrante tratar mucho con algo que es tu sueño y no conseguirlo...a mi hermano le pasa algo similar.–Ahí fue cuando el cantante aprendió algo más de ese chico, era más maduro de lo que parecería. Y aunque el menor no se veía seguro de si estaba bien lo que iba a ofrecer al recordar como no pudo hacer mucho en una situación de su hermano hizo que no volviera a pensarlo, no podía quedarse de brazos cruzados si tenía las herramientas para ayudar.–Sabes te puedo ayudar, toda mi vida me enseñaron a bailar, soy Lee Chan me dicen Dino.

    –Lee Seokmin, DK si fuese un idol.

Así fue como Lee Chan y Lee Seokmin se conocieron. 

I dont want to be an idolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora