La fama tiene su precio

267 86 12
                                    


Con el transcurrir de los días, sus historias crecían exponencialmente, a raíz de 10 millones de lecturas diarias. Úniko se sentía en la dicha. Por fin sus sueños de años se veían cristalizados. ¡Había logrado la fama que tanto ansiaba y a solo un clic de distancia!

Pero, lo que él no contaba era con lo que vendría...

Luego de varios días de disfrutar de su reciente éxito, una serie de mensajes lo alarmaron. Una de sus más fieles lectoras, Pechugona 69, le había escrito muy seguido, a raíz de 940 mensajes diarios.

Al principio, los mensajes de ella eran como los de una fan cualquiera, en donde decía admirarlo por sus letras. Pero, luego de que él le respondiera y ella le enviara fotos sugestivas, haciéndole olvidar momentáneamente a su amor por Drama Queen, la cosa pasó a mayores.

Le reclamaba, sino le exigía, que conversaran por vídeollamada, y lo peor todavía, ¡que le hiciera una sesión de streaptease en vivo!

Como era obvio de que no podía cumplir sus requerimientos, le daba excusas. Mas, como ella no era nada tonta, empezó a dudar de estas hasta luego amenazarlo con dejarlo al descubierto y decirle a todo el mundo que el de la foto de su Facebook no era él.

Asustado, Úniko decidió mandar todo al diablo. Cerró todas sus redes sociales, abandonando la Tierra y, con ello, sus deseos de convertirse en famoso, sin importarle la misión que le habían encargado. Su amor por la fama le había dejado una "triste" lección.


De cómo un extraterrestre hizo su carrera literaria en la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora