Capitulo 9

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Allan

Al llegar a casa, pase directo hacia la cocina por un vaso de agua fría, me di cuenta que mamá me había dejado una nota pegada al refrigerador, en ella decía que papá y ella saldrían a cenar y luego al cine, eso significaba que tendría casa sola, agradecí mentalmente porque necesitaba aclarar mis ideas, necesitaba un poco de privacidad.

Mientras me dirigía hacia mi habitación mi teléfono sonó, una sonrisa se formó en mi rostro con solo reconocer la melodía, esa melodía tan chillante como la persona que me llamaba, era Ali mi mejor amiga.

-Enana – le conteste de forma animada, desde que nos habíamos mudado no la había llamado, ni escrito, debe de estar furiosa.

-Putito – Chilló al otro lado del teléfono – te echo mucho de menos, pero tu infeliz ni un mísero mensaje, ya me cambiaste verdad.

Eso ultimo sonó más a afirmación que a pregunta, sí, en definitiva, estaba molesta, pero realmente con ella era difícil saberlo, era de esas personas raras que a primera impresión te caen de la patada, pero cuando te das la oportunidad de conocerla tu perspectiva sobre ella da un giro de 180 grados.

Ali al principio fue mi mejor amiga por obligación, y cuando digo "obligación" me refiero a que ella me obligo, pero fue, es y será una de las mejores cosas que me pudo pasar, ella es tan jovial, tan dulce y tan diabólicamente sincera, que jamás desearas conocer su lado malo porque es algo de lo que te arrepentirás toda tu vida.

Después de explicarle todo el caos de la mudanza y adaptarme al nuevo instituto, logré calmarla un poco, hablamos de cómo estaba ella, que novedades habían sucedido desde que me mudé y de la chica castaña causante de una futura embolia cerebral por su misteriosa actitud.

-Wow! Jamás me imagine que este momento llegaría putito.

-Oye! Agradecería que no me llamaras así, se supone que ya me perdonaste – dije sonando lo más dolido posible.

-Okay – suspiro pesadamente, oh no! Aquí viene el sermón de una hora patrocinado por Ali la chillona.

-Allan Woods, estoy en la obligación social de decirte que dejes de ser tan puritano, tan inocente y tan confiado – le presté atención, pero no continuó, algo muy extraño viniendo de ella.

-Solo eso – dije sin pensármelo, y como modo de respuesta recibí sus carcajadas al otro lado de la línea.

-Pues ya es hora que te avives, es la primera vez que me hablas de una chica así – Se ríe más fuerte, su risa me recuerda a una cabra – Oye! Esto me emociona más a mí que a nadie, yo pensaba que eras gay.

Eso ultimo me dejo paralizado, esta chica estaba loca, pero tenía un punto a su favor, yo nunca hablaba de chicas, pero vamos, que yo tengo bien claro mis preferencias sexuales solo que contarle a ella sobre eso es demasiado incomodo, ella es muy lengua floja y si le cuento ahora es porque estamos a kilómetros de distancia.

Hablamos por un rato más, hasta que escucho a su madre gritarle para que baje a la cocina a ayudarle con la cena, me despido de ella no sin antes prometerle que la llamaré mínimo dos veces a la semana.

Eso Que Llaman Amor #Dammys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora