Hay batallas que jamas podemos librar solos, muchas veces nos volvemos prisioneros en nuestra propia vida; hasta que llega esa persona ya sea por azar o por el destino y te saca de las tinieblas aunque sientas que lo unico que lograra es caer al pr...
Me sentía demasiado avergonzado y molesto, mis padres en menos de 5 minutos habían hablado más de la cuenta frente a Monique, y pude notar su cara de contrariedad, debe de pensar ahora que soy un loco que me obsesionó con las personas y lo ando diciendo por todos lados.
Pero no es así, si hable a mis padres de ella fue porque tal vez ellos me daban ideas de cómo acercarme sin asustarla o sin que ella me mandara directo al diablo.
Ni siquiera me moleste en acompañarle a su casa, y al entrar a la mía nuevamente pasé directo a mi habitación, mis padres no dijeron nada cuando me resistí a no cenar con ellos.
Tenía que pensar seriamente si esto seguía valiendo la pena, suspirando pesadamente me tiré de espaldas sobre la cama, cuando sentí el teléfono vibrar en mi bolsillo.
—Que te pasa? — como diablos supo que estaba mal.
—Hola Ali, estoy muy bien, gracias por preguntar y tú?
—Muy bien. Ahora dime que qué te pasa?
Esta chica me espía o tenía un radar para saber mi estado de ánimo, o en realidad es un tipo de bruja. Esa habilidad en ella a veces es algo atemorizante.
—Allaaaaan. No me hagas tomar un avión para que me tengas que contar que esta pasando contigo. — estaba dudando si contarle o no, pero con su frase algo en mi cabeza hizo click y una bujía imaginaria se encendió instantáneamente.
—Pues creo que si tendrás que viajar y averiguarlo por ti mismo. — Ali no dijo nada, me imaginé su expresión en este preciso momento, con la boca abierta a más no poder.
Me aproveche de la situación que se me está haciendo de lo más loca y divertida, y termine la conversación intentando dejarla lo más desconcertada posible.
—Ali cariño nos vemos mañana. Y trae tu arsenal que esto se va a descontrolar. — y colgué sin más.
