El Gran Veneno

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(hola, les aviso que cambiaré un poco mucho la historia de Magnus con respecto a los libros... Espero les guste ;D)

PENSAMIENTO TIPO MAGNUS.

"Y  vi caer a Satán..."

No sé porque regresó a mi memoria esa vez en la que estaba hablando con Catarina y Ragnor acerca de si nuestras madres eran heroínas o no. Solo vino a mi memoria, me resultaba tan frustrante que los recuerdos regresarán tan de golpe. En especial los recuerdos desagradables. Esa conversación con mis dos más antiguos amigos me traía malos recuerdos. Esa frase era tan cierta..

Lo vi caer más de una vez. Después de todo, siempre fui su sobrino favorito. Aunque ser el "favoruto" no es tan bueno en esta clase de familia. O eso es al menos lo que yo creía; ya que esa palabra significaba mayor entrenamiento, mayores obligaciones, mayores responsabilidades, mayor cantidad de masacres.

Aún después de tantos años, puedo recuerdar el rostro de mis hermanos.  Mis hermanos solían ser los más poderosos de los 3 reinos que existían a parte de Edom. Los favoritos de papá, y entonces él me encontró. Yo, Magnus Bane soy el hijo de Asmodeus, un arcángel desterrado por ayudar a la guerra del cielo, soy el hijo de un hermano de lucifer, soy el hijo de un caido. Y también hijo de una mujer. Una "mundana". Una persona que me hubiera querido en algún momento. Aunque sea una vez...

Después de 6 años de nacer; mi madre se enteró de que mi padre verdadero era un demonio y se ahorcó en el granero de lo que alguna vez, hace cientos de siglos, llamé hogar. Unas horas después del suicidio de mi madre, mi padrastro intentó ahogarme en el estanque, me estaba asesinando. Yo estaba muriendo, así que me defendí. Asesiné a mi padrastro y escape de lo único que siempre había tenido. De lo único que había conocido Viví durante más de cuatro años en la calle. Sobreviviendo por mi cuenta. Fué cunado los hermanos silenciosos me acogieron. Me colocaron un nombre, me enseñaron a controlar mi magia. Me dijeron que y quién era yo en realidad.

Me explicaron mi naturaleza y fué cuando me explicaron por qué mi madre había hecho lo que hizo. También me dijeron, después de mucho tiempo, quién era mi padre.

A pesar de los cuidados y enseñanzas de los hermanos, no era lo mejor crecer entre ellos, no hablaban, siempre me decían que no hiciera ruido, que no corriera... No podía hacer casi nada, exepto leer. Leí y leí... Y entonces encontré un libro que me ayudaría a ver a mi única familia de verdad. Estúpidamente creí que mi padre me protegería, que me querría y me cuidaría. Yo era muy ingenuo.

Salí una noche al pueblo y comencé a invocar a mi padre... Se presentó, me dijo que él me enseñaría como ser un brujo de verdad. Después de que lo dejé estar en la tierra sin impedimento alguno (cosa que solo logré con su instrucción), él destruyó y asesino a todo el pueblo. Me sentí terrible. Fué cuando me llevó a Edom y me instruyó a su manera.
Me llevó a Edom y me cuidó, me trató como nadie nunca antes lo había hecho, ni siquiera mi propia madre. Me cuidaba y me trataba como su mayor tesoro. Con todo el amor que jamás antes había recubido. Me sentía tan feliz a su lado que haría lo que fuera por no perderlo...

Paso mucho tiempo de estar juntos cuando él me presentó a 3 personas que dijo eran mis hermanos. Altiva, Desten y Lux. Ellos se veían entre los veinte. Aunque no teníamos ningún parecido físico desde mi punto de vista. Pasamos un rato juntos todos... Fué cuando mi padre nos comenzó a enseñar cómo ganar una batalla, a canalizar energía, volverla magia. nos enseñó a controlar el tiempo, la materia, traer a los muertos de regreso a la vida. Conjugar casi cualquier cosa que quisiéramos. Eso era todo tan mágico. Los cuantro éramos tan felices por poder hacer esa magia que podía hacer de todo.
Por un tiempo fuimos guerreros de mi padre. Trabajamos muy bien juntos. Masacramos ciudades enteros solo nosotros cinco.

Y estuvimos así casi por un siglo entero. Hasta que Desten cometió un error. Desten se enamoró de una mortal. Una mujer que se dedicaba a la sanación. Se supone que teníamos que convencer a varias personas de vender su alma a mi padre, él mismo nos indicaba quien debía ser. Pero Desten se enamoró y se negó a entregarla.

Mi padre enfureció, asesinó a la mujer y luego encerró a Desten en un calabozo de almas en pena, para que "aprendiera la lección". Obligado a ver a su amada morir una y otra vez, sin poder hacer nada. Llegó un punto dónde él mismo suplicaba la muerte...

Cuando ese momento llegó Altiva, Lux y yo nos dimos cuenta de la clase de monstruos en los que nos habíamos convertido. En lo que nos habían convertido.

Altiva y Lux le hicieron frente a Asmodeus mientras yo liberaba a Desten, quién fué a desquitar su venganza. Los cuatro luchamos contra él, pero no podíamos vencerlo. Lux creó una puerta dimensionales y nos ordenó cruzarlo. Ví a Desten cruzarlo, Altiva seguía luchando contra Asmodeus, intentando ganar más tiempo... Miré a Lux un instante, Altiva calló de rodillas frente a Asmodeus, ambos lo vimos, mi hermana se giró y me empujó... Caí en esta dimensión... Lejos de Edom. De vuelta a mi hogar. Podía reconocer la vieja iglesia cerca de la granja de mamá. Pero era todo.

Lo demás era completamente diferente. Comencé a buscar a Desten con desesperación, pero era inútil. Nunca lo encontré. Intenté regresar pero no podía. Mi magia no funcionaba. No entendía por qué...

Recurrí nuevamente a los hermanos silenciosos, específicamente con el hermano Enoch, quien siempre fué el más atento y le conté todo. Me explico que jamás debía invocar de nuevo a Asmodeus, que era peligroso. No podía volver por mis hermanos... Debía olvidar lo que pudiera olvidar.

Formule un diario, con todo lo que debía o necesitará recordar algún día. Se lo entregué al hermano Enoch. Y después me hizo olvidar casi todo. Sabía quién era mi padre, sabía el peligro que él representaba, sabía que había escapado de su reino. Recordaba vagamente a mi madre y mi padrastro, recordaba las enseñanzas de los hermanos silenciosos y recordaba al brujo que me había acompañado por algún tiempo en mis prácticas. Mi primer amigo... Ragnor.

Pasaron dos o más semanas después de que borrarán mis memorias hasta que pude comenzar a acostumbrarme a mi magia. Podía atraer unas cosas a mi. Podía robar un poco de ropa de los locales, comida... Nada grandioso.
Pasó mucho hasta que logré usar mi magia dignamente.

Unos cuantos meses después de recuperar el control en mis poderes, años después ya no vivía con los hermanos silenciosos, tenía mis propios recursos y comenzaba a ganarme un lugar entre los brujos.

Mucho tiempo después conocí a Catarina Loss, una bruja que salvé de la hoguera y que se hizo mejor amiga de Ragnor y mía. Pasamos muchos momentos agradables y vimos juntos el pasar de los años.
Con el tiempo conocí más nuestro mundo, el lugar donde nos desarrollamos, conocí más de cerca el mundo de los cazadores de sombras, conocí lo crueles que son. Lo tan mosntruosos que llegan a ser, pero también las cosas más dulces y valiente que son capaces de hacer por el amor.

Con el pasar de los años, ví morir a gente que quería, que apreciaba. Gente que amé y que lloré y sufrí por ellos. Me enamoré una y otra vez, pero siempre con el mismo pesaroso y lúgubre final. Un telón que siempre, no importa la gran aventura que se haya vivido, ese telón siempre cerrará y te dejará sin nada.

Pasaron los años y más años hará que logré convertirme en  uno de los brujos más poderosos de esta dimensión. Gané un lugar importante en el consejo de los brujos, y habían tantas reuniones, con tanto alcohol que una ocasión incluso me nombraron Líder sobreano de los brujos, solo por mi exelente gusto en bebidas depravadoras. Yo acepte muy honrado, hicimos una ceremonia todos ebrios y firmamos documentos como los mundanos. A la mañana siguiemte olvidamos todos ese trato preocupándonos más por nuestra migraña y evidente falta de sueño.

Extraño algo... siempre he sentido que me falta una parte importante, cómo si se hubiera borrado una parte de mi vida, pero no sé qué. Quisiera averiguar, quisiera saber mas. Pero una parte en mi me dice que no debo hacerlo. Cómo si hubiera una pared enorme que no puedo escalar. Cómo si me lo impidiera. Siempre el mismo vacío....

Tal vez ese vacío es la falta de alcohol en mi sistema y solo busco una excusa.  De cualquier manera, esa es la única constante en mi vida.
¿Por qué no disfrutarla?

MALEC. EL PRÍNCIPE DE EDOMWhere stories live. Discover now