Stories || lisoo/chaennie [ONE SHOTS, ACABADA]

11. [ C H A E N N I E ]

Hacía muchos años que Jennie estaba enamorada de Rosé, pero nunca se atrevió a confesar tales sentimientos a su menor. Rosé se había mudado a Busan después de terminar sus estudios en Seúl, continuó trabajando en la empresa de su padre. Ya habían pasado dos años desde la última vez que ambas chicas se habían visto, sin embargo nunca se dejaron de hablar por mensajes e incluso compartían llamadas; los sentimientos de Jennie seguían intactos.

Ese viernes, Chaeyoung informó a Jennie que viajaría a Seúl, quedaron de verse en aquel restaurante lujoso por la noche, después de tanto tiempo.

Jennie estaba nerviosa, no solo porque la iba a volver a ver, eso le emocionaba, pero la morena estaba dispuesta a por fin decirle a Rosé lo que sentía, y quizá hasta le pediría una oportunidad.

—Buenas noches, sea bienvenida —habló un muy elegante señor, una vez que la chica estaba frente a aquel lugar muy elegante para su gusto—. ¿Tiene reservación?

—Así es, a nombre de Jennie Kim —respondió con una sonrisa, el señor asintió luego de confirmar el nombre en la lista y mandó a un joven camarero a que la llevara a su mesa.

Vio la hora en su móvil, había llegado un par de minutos más temprano de la hora esperada, así que tenía tiempo para controlar su corazón que no dejaba de latir con rapidez; el camarero levantó su orden, Jennie se había tomado la libertad de pedir por ambas, conocía muy bien los gustos de su amiga a pesar de la distancia.

Una vez que el camarero se retiró, tragó saliva en seco, observando su rostro en el reflejo de los cubiertos brillantes que había sobre la mesa. Estaba dudosa de si estaba bien vestida o si su maquillaje estaba colocado de forma correcta, había llegado a cruzar por su mente la loca idea de que estaba vestida demasiado elegante o hasta muy simple para su reunión.

—¡Jennie! —levantó su mirada, encontrando a Chaeyoung con esa distinguible sonrisa en su rostro, estaba igual que la última vez que la había visto, la observó de pies a cabeza, causando que casi quisiera babear por lo hermosa que lucía; se levantó de su lugar y le dio un fuerte abrazo, drogándose con su incomparable aroma— Me alegro tanto de volver a verte.

—Yo me alegro mucho más —sonrió en grande, separándose del abrazo, ofreciendo a Rosé asiento con un ademán—. Por cierto, ya he pedido por ambas.

La chica levantó la mirada, haciendo contacto visual con Jennie, Rosé asintió aun sonriendo, realmente le pareció bastante bueno que se hubiera adelantado, porque en serio tenía mucha hambre, aunque tampoco preguntó a Jennie sobre lo que le había ordenado.

Mientras esperaban su comida, comenzaron a platicar respecto a todo lo que habían estado haciendo, Chaeyoung se pudo dar cuenta del gusto de su amiga hacía el rap y canto, tanto que se por las tardes después de trabajo, iba a clases de eso, también que su antigua amiga Jisoo había comenzado una relación con una extranjera. Mientras que Jennie se percató que la actitud de Rosé era de un nerviosismo total a pesar de que trataba de ocultarlo con su sonrisa, la morena creía que igual debía verse nerviosa, pero era toda una experta en mostrarse tan natural.

Abrió sus labios en un intento de preguntar si todo estaba en orden, pero el camarero llegó interrumpiendo su acción, sirviendo deliciosa comida italiana a cada una.

—Esto va por mi cuenta —sonrió Jennie, antes de beber un poco del vaso que contenía agua.

—No, no, por supuesto que no —negó, mientras limpiaba suavemente sus labios—. No lo voy a permitir.

—Ya dije, no sigamos discutiendo al respecto —insistió Jennie; antes de que Rosé emitiera queja alguna, volvió a hablar—. ¿Todo está bien? Te veo un tanto extraña.

Nuevamente Rosé desvió su mirada, sus dedos comenzando a moverse sobre la mesa, dando delicados golpes. Era una total acción de nerviosismo, no había duda alguna.

—¿Recuerdas que por llamada te mencione que tenía algo importante que decirte? —Jennie asintió, así que prosiguió— Igual tú dijiste que debías decirme...

—Pero empieza tú, por favor —interrumpió, era demasiado cobarde como para hablar primero.

Rosé soltó un pesado suspiro, recargó sus codos sobre la mesa a pesar de ser un acto muy inapropiado en un restaurante, pero poco le importaba, lo que estaba a poco de decir era un tanto delicado, al menos lo sería para su amiga. Hundió su rostro entre sus manos, meditando un poco más como empezar. Por otro lado, Jennie observaba a su amiga con clara confusión, ¿y cómo no estarlo? Si Chaeyoung no pronunciaba ni una sola palabra.

—¿Recuerdas a Youngjae? —finalmente habló, comenzando a jugar con los dedos de sus manos.

—¿El mejor amigo de Jaebum? —cuestionó Jennie con su ceño levemente fruncido, en su época de secundaria, esos dos eran casi inseparables, hasta que este último se mudó.

—Sí, ese mismo —sonrió, Rosé igual estaba recordando lo mismo que Jennie, siempre amó la amistad de esos dos—. Por cierto, ¿no has visto a Jaebum?

—Sí, siempre nos vemos en las practicas de canto —admitió Jennie—. Si lo necesitas, te puedo dar su número.

—Lo agradecería —asintió emocionada—. Bueno, tengo una noticia importante que darte al respecto —comenzó a decir, esta vez observaba directamente a los ojos de su mayor—. Youngjae y yo nos vamos a casar en un par de semanas, ambos estaríamos encantados de que fueras.

Tan rápido como esas palabras brotaron de los labios de Roseanne, el mundo de Jennie Kim se derrumbó casi al instante; las lágrimas se acumularon en sus ojos, no pudo evitar que estás rodaran por sus mejillas.

—¿Jennie? ¿Qué pasa?, ¿estás bien? —se levantó de su silla, acercándose hasta su amiga.

—Sí, todo bien —mintió, soltando un sollozo y se sintió tan patética, Rosé le brindó uno de sus confortables abrazos, pero solo causó que la morena se rompiera un poco más—. Solo que... estoy demasiado contenta de que estés cumpliendo uno de tus sueños.

Aunque se tratara de alguien que no era ella.