Descubrimiento

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"Quizás... Sólo unos cuantos meses..."
La mujer a su lado solo pudo llorar...

5 de julio

Ya casi había pasado un mes, e Izuku ya podía quitarse el yeso de el brazo, salvó por unas cuantas recomendaciones de parte del médico Deku ya podía moverse libremente, en teoría ya todo tendría que estar bien, pero últimamente había un par de cosas que no dejaban de preocuparlo, la primera era que su amiga Uraraka se había estado comportando de forma extraña, titubeaba mucho al hablar, se sonrojaba y huía al verlo, parecía como si quisiera decirle algo y eso lo inquietaba, la segunda era relacionada con Kacchan, había cancelado las últimas clases de canto, ya nunca tenía tiempo para el y salía por largos períodos de tiempo, aún así, Deku no quería preguntar nada, temia tocar un tema sensible nuevamente y eso era una situación que no podía permitirse, sólo podía guardar silencio y esperar, unos sonidos provenientes de su nuevo teléfono celular lo sacaron de sus cavilaciones, era un mensaje de Uraraka.

"-Izuku, por favor espérame detrás de los auditorios al final de las clases, hay algo que quiero decirte-."

El mensaje era claro, tal vez ahora podría quitarse por lo menos una preocupación de encima, el resto del día se limitó a intentar concentrarse en sus clases, para que de esa manera el tiempo se fuera más rápido... Sólo rogaba que lo que fuera a decirle su amiga no incrementara sus preocupaciones.

5 de julio (6:20 pm)

Los ruegos de Izuku fueron ignorados por completo, el pobre chico subía las escaleras cabizbajo y sonrojado, tenía que ir con Kacchan y tenía que hacerlo rápido, lo único en lo que pensaba era en lo mucho que quería verlo, sólo deseaba que ya hubiese llegado a casa.

No esperaba la escena que lo recibió al doblar en el pasillo, se quedó mudo al ver a Kirishima y a Kacchan abrazándose frente a la puerta de este último, ambos se separaron al notar la presencia del pecoso, Kirishima sonrió alegremente y levantó la mano como saludo, Katsuki por otro lado solo entró a su casa dejando la puerta abierta.

-Creo que quiere que entres- Había dicho el sonriente pelirrojo, pero hubo algo que a Izuku no le gustó, Kirishima se veía mal, pálido y ojeroso, casi podría decir que el chico había perdido peso, la imagen que daba en este momento se veía totalmente distinta a la de su última visita.

-¿No vas a entrar también?-.

-No yo ya me iba, sólo lo acompañe a casa, debo volver a trabajar, ¡Ah! veo que ya no traes tu yeso, eso me alegra mucho... -.

-Me lo retiraron hace nada, me siento mucho más cómodo ahora... -.

Lo que podríamos llamar un silencio incómodo inundó el solitario pasillo, siendo Deku el primero en romperlo.

-¿Te encuentras bien?- Había ocasiones en las que Izuku no contenía su curiosidad.

La alegría de Kirishima se esfumó con la pregunta, quedando en su lugar una expresión de tranquilidad muy mal fingida.

- No te preocupes, sólo estoy algo cansado, ya sabes mucho trabajo- Kirishima y Katsuki tenían algo en común, eran malos mentirosos.

Izuku estuvo a punto decir algo más pero el grito furioso de Kacchan no le dió oportunidad.

-¡Vas a entrar o no, maldito nerd!-.

-Lo que Bakugo quizo decir es que te ha echado de menos- El pelirrojo parecía haber vuelto a la normalidad.

-¡No pongas palabras en mi boca bastardo!- Katsuki había salido nuevamente a la puerta con su habitual semblante irritado.

-Lo siento viejo, no era mi intención acaparar a Midoriya, después de todo ha pasado un tiempo, seguro te mueres de ganas por estar a solas con el- Las carcajadas de Kirishima inundaron el lugar parando apenas lo suficiente para permitirle esquivar un zapato que volaba hacia el, cortesía de un enojado Bakugo.

Sin arrepentimientos [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora