Caruso

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Las teclas del piano sonaban suaves y no se escuchaba ningún otro sonido que opacara lo que se estaba llevando a cabo, Katsuki había comenzado su canción, era una balada que había compuesto teniendo una breve esperanza en el futuro, pensando en todo lo que le gustaría vivir con aquél que se había apoderado de su mente y corazón, de a poco su garganta comenzó a doler, un malestar que quizo atribuir a los años que llevaba inactivo... Sabía que no era por eso, pero no le importó, terminaría su último concierto aún si su garganta terminaba hecha pedazos, dejando a un lado el dolor, alzó un poco su rostro para que la suave brisa del mar refrescara sus acaloradas mejillas y continuó cantando.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai.

El mar junto a ellos había comenzado a brillar con pequeñas luces, eran botes y lanchas de pescadores que se acercaban para estar lo suficientemente cerca de aquel viejo edificio, por un momento esos resplandores le recordaron a Katsuki los conciertos pasados allá en América, aún así se dijo a si mismo que no había podido pedir un mejor escenario y la dulce presencia de Deku era el único público que necesitaba.

El dolor iba en aumento y por un momento quizo detenerse pero al ver salir la luna tras las nubes, ésta le invitó a continuar, voltear a ver a Deku fue lo que terminó de convencerlo, gracias a las lágrimas de felicidad sus ojos brillaban como joyas llenos de admiración y amor, Katsuki pensó que si moría viendo esos ojos no tendría nada de que arrepentirse.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai.

Lo había sabido desde que lo conoció, Deku era alguien autentico, no era una persona falsa como muchas de las que había conocido en el mundo del espectáculo, sitio donde un buen maquillaje y palabras elegantes cambiaban a una persona por completo, pero Deku era distinto, sus ojos y los sentimientos que éstos expresaban eran auténticos, viéndolos tan de cerca, le habían hecho olvidar la falsedad del mundo, no se arrepentía, no extrañaba su vieja vida, eso se había terminado definitivamente y no pensaba mirar atrás, aún con todo lo que llevaba a cuestas se sentía completo y feliz, podía sentir el sabor de la sangre en su garganta, pero se negó a detener su canto, era un hombre muy fuerte, por lo mismo se negó incluso a realizar una mueca de dolor, el era un profesional y estaba decidido a seguir hasta el final, una lágrima estuvo a punto de escapar de sus ojos en la última parte, con dificultad la detuvo y cantó sus sentimientos con toda la fuerza de su alma.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai.

Al terminar la canción, tal como en su primer dueto, se escucharon voces, gritos, silbidos y aplausos, más el par de enamorados no les prestó atención.

A pasos temblorosos Izuku se acercó a Katsuki, las lágrimas aún resbalaban por sus mejillas y sus labios dibujaban una sonrisa.

- Kacchan ¿Acaso tú?...- Katsuki no lo dejo continuar, al tenerlo frente a él llevo ambas manos a las mejillas del contrario, no encontró resistencia alguna cuando acercó ambos rostros y al besar los labios del chico frente a él, fue correspondido a plenitud, fue un beso delicado, suave y tierno, pero lo suficientemente duradero para sentir de lleno el amor que sentían el uno por el otro.

Sin arrepentimientos [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora