Llamado

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"Un alma solitaria y rota que vaga por el mundo, llama con desesperación a su otra mitad, a caminado tanto que se ha quedado sin fuerza, grita mientras se desploma, su llamado cada vez se torna mas débil, el grito que ha comenzado a morir en su garganta se convierte en un leve gemido, el gemido en un susurro y aún así, su otra mitad pudo escucharlo"

"Perdón por llegar tan tarde"
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Midoriya Izuku, un joven estudioso y trabajador, con 20 años de edad, había llegado a Italia con el propósito de estudiar una carrera de arquitectura, de fuertes valores morales e innata amabilidad, era bien conocido por ser lo que todos llamaríamos "una buena persona", quizás demasiado buena.

Cuando llegó al viejo edificio de departamentos creía que su vida tendría un ritmo tranquilo, pero no, en su primera tarde de estancia en ese lugar se llevó la agradable sorpresa de que tenía a un virtuoso del piano como vecino, pero había algo más en el.

Las piezas que tocaba eran soledad y tristeza pura, a Izuku le hacían recordar la nostalgia del hogar que habia dejado, los amigos que quizá no vería nuevamente, el querido mentor que había partido de este mundo, mucho tiempo atrás, sus ojos se llenaban de lágrimas y se dejaba envolver por la música, recargado de espaldas en la pared.

Pero Izuku comenzaba a preocuparse, el tenía experiencia tocando el violín, sabía que para transmitir una emoción con tu música, debias sentirla tu primero, era como ver la herida de alguien más y comenzar a sentir dolor tu también, a pesar de que la peor parte no la tuvieras tu, no era sólo tomar el instrumento y tocar una tonada triste, no, era algo más que eso.

Y el no podía solo ignorarlo.

Por eso mismo, justo ahora, se encontraba frente la vivienda de su vecino, en la mano izquierda llevaba galletas recién hechas, mientras que su mano derecha se encontraba hecha puño frente a la puerta, habia estado haciendo lo mismo desde hace ya cuatro días y cada vez era igual, no era capaz de tocar a la puerta y pasados 15 minutos se retiraba suspirando a su hogar.

La sensación de intranquilidad crecía dentro de Izuku cada vez que escuchaba el piano sonar, quería acercarse a esa persona que inconscientemente oprimía su corazón, estaba preocupado y triste por alguien a quien no conocía, si Yagi, ese hombre que había sido un padre para el, estuviera allí, probablemente sabría qué hacer y entonces lo recordó, allí entre sus cosas, estaba el violín que este le había obsequiado, cada vez que Izuku lo extrañaba, tocaba alguna vieja canción en el, últimamente se hallaba tan ocupado que no tenía tiempo ni para pensar en sí mismo, mucho menos en ese instrumento que simplemente acumulaba polvo en una caja, pero pensándolo mejor quizás era hora de afinarlo de nuevo.

Martes por la tarde, e Izuku se encontraba listo, solo rogaba que su vecino eligiera una canción que el supiera tocar, por fortuna para el, reconoció la canción apenas esta comenzó.
La canción que tocaban era la misma, pero el mensaje era distinto.

"Me siento solo"

"Aquí estoy"

Se sintió feliz cuando la canción pasó de un tono sombrio a uno casi romántico, este último pensamiento lo hizo sonrojar intensamente, hacer duetos con su vecino se convirtió en algo cotidiano, algunas veces invitaba a sus amigos, Iida, Todoroki y Ochako a escuchar el improvisado concierto, algunas veces tuvo que detener a la chica, ya que esta insistía en derribar la puerta vecina y sacar de ahí a su evasivo huésped, Izuku no quería eso, no aun, no tenía valor para verlo de frente, aunque a través de la música sentía que lo conocía de toda la vida.

Jueves por la tarde y su canción diaria había terminado, había pasado casi un mes desde que esa costumbre había dado comienzo, Izuku iba camino al supermercado, tarareando la melodía que hace solo unos instantes había concluido, se preguntaba qué estaría haciendo la otra persona en ese momento.

No se dió cuenta de que alguien lo seguía, un golpe en su cabeza lo aturdio lo suficiente para poder empujarle a un callejón, una palanca de acero se encargó de romper su brazo izquierdo, no pudo hacer nada cuando sintió un par de manos palpando su cuerpo, despojándolo de sus escasas posesiones, no pudo despedirse de su reloj, billetera o su celular, pero no se preocupó por eso, antes de quedar inconsciente solo pensó una sola cosa.

-"¿Cómo podré tocar mañana?"-

Un reporte a la policía, una contusión y un yeso que le duraría un mes, fue el resultado de su inocente excursión al supermercado.

Fue su amigo Todoroki quien se encargó de recogerlo en el hospital, Izuku no dejaba de disculparse pese a que Shouto insistía que no era ninguna molestia, ya de regreso en su edificio, Izuku no pudo evitar detenerse frente a la puerta de su vecino, quería tocar, pero una vez más no pudo hacerlo.

El viernes por la tarde el corazón de Izuku sintio una dolorosa punzada al escuchar "Your lie in april" proveniente del apartamento contiguo.

Durante los días siguientes Izuku siguió escuchando como el vecino seguía su rutina, tocando como si nunca hubieran hecho esos duetos tan maravillosos, al parecer únicamente habían tenido significado para el, quizás para su vecino no fue más que una diversión de la que se hubiera aburrido de todas formas.

De ningúna manera se esperó que el martes siguiente, un hombre rubio tocaría su puerta con el pretexto de una taza de azúcar.
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Y bien gente bonita, aquí un breve segundo capítulo producto de una playlist aleatoria, gracias por sus comentarios y sus estrellitas, les juro que me hacen muy feliz.
Aprovechando el espacio quisiera aclarar algo, este fic si está basado en algo, pero NO es "Shigatsu wa Kimi no uso" ya que no he visto la serie y tampoco se de que trata, así que cualquier referencia que encuentren aquí, no será intencional, las canciones de este fic fueron elegidas después de escribirlo y dividirlo en capítulos, así es señorit@s esta historia ya tiene un final escrito, pero la velocidad con la que suba los capítulos dependerá de mi conexión a internet o de que tan conforme haya quedado con el capitulo , este lo modifique alrededor de tres veces :s

Sin arrepentimientos [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora