Capitulo 3

10 3 0
                                    

Lluvia, más lluvia y creo que un poco de lluvia por ahi tambien. Eso solo me trae aburrimiento, lo cual tengo todo los dias.

¿Que tiene de malo? Mucho. Tengo que ir yo misma al registro, aunque esta bastante cerca, solo para notificar que aún hay cuatro integrantes en este "grupo familiar", como dicen ellos. Maldito "gobierno temporal" que decidio establecer un orden, como si pudieran con sí mismos.

Lo bueno de esto, es que consigo alimentos, para todos y cada tanto algo de abrigo. La verdad no me viene mal, pero digamos que me lo dan solo por tener tres hermanos menores que yo a mi cuidado.

Una vez, me sucedió, que por error me enviaron el doble de lo normal. Claro está, que no di aviso de este incidente. "Cuanto más mejor" me dijo la mamá de Tami y la verdad no dudo de eso.

Tami es una niña que viene cada tanto a jugar con Alek, en realidad solo le toma la mano y le da un paseo. No entiendo por que Tami sigue insistiendo en que algun dia el hablara, pero no creo en eso, Alek no ha hablado desde el incidente. Tami lo sabe, pero eso no la detiene, lo lleva a el gran almacén, le enseña juegos que le ha enseñado su hermano Bastiaan. Tami y Bastiaan son hijos de Ester, una de las vendedoras del gran almacén. La verdad no hay mucho que vender, pero vende lo que puede. Cada tanto pide a sus hijos que se dirijan a las afueras, en busca de cosas que la gente haya tenido que dejar atrás, como por ejemplo el espejo que me han regalado la última vez que fui a buscar a Alek.

Cada tanto me toca ir al gran almacén, por suerte no me toca muy seguido. El gran almacén es el peor lugar de todo el pueblo. Lo han hecho en el viejo centro de deportes local, en el cual solía haber un gran espacio. Ahora solo es un lugar horrendo, en el cual no hay ni una gota de aire, vendedores para donde sea que mires, gente loca que se esta muriendo en los rincones del lugar y animale sueltos que roban cualquier cosa que llaves en las manos.

La hora, genial hora de declarar mi situación familiar. Lo digo en pocas palabras, de esta forma: "Horrenda, lamentable, triste, penosa , oh pobre de mi y mis hermanos". Luego de eso firmo y me largo con mi paquete, así de simple. Nadie me cuestiona, quien lo haria, soy la pobre chica que cuida de sus pequeños hermanos. Odio a esta gente. Pero no puedo irme, no estoy sola en esto.

Lo único que me alegra es llegar a casa y ver que los chicos aun estan ahi, me mantienen viva. Lo cual me pregunto: ¿A caso seguiria aqui de no ser por ellos?

Luego de la destrucción...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora