2017

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Ocurrió lo que ya es común en nuestro país. Lo que se ha vuelto el pan de cada día. Mi familia y yo, emigramos.

Hace mucho tiempo desde que dije que continuaría con este ensayo, el cual ahora es o será más como un blog.

¿Por qué demoré? No lo sé, simplemente no era el momento, cada cosa se da a su debido tiempo.

El 2017 fue un año fuerte para mi familia, mi mamá tenía dos años tratando de vender la casa y casa vez que salía una oportunidad algo ocurría y se desechaba, nos tocaba empezar desde el principio y encontrar alguien que quisiera comprar el lugar que fue nuestro hogar por 11 años.

Ese año fue en definitiva intenso, varios días nos vimos en una mala situación, muy terrible, cosas que solo sabemos mi mamá, hermana y yo, las cuales no creo que nos gustaría recordar.

En más de una oportunidad salí a buscar trabajo en Venezuela, desde el 2016 yo estaba buscando trabajo, pero nada conseguía y era en parte porque en ese entonces era menor de edad. Fue en el 2017, ya con 18 años, cuando por fin conseguí trabajo. Uno cerca de mi casa, era en un ciber.

Recuerdo que en lo personal la situación de país, como a muchos, me hacía sentir terrible. Tuve que dejar la universidad y varias academias en las que entre posteriormente debido a que el dinero era insuficiente.

El salario de mi mamá no alcanzaba para nada, así que cuando por fin empecé a trabajar me sentí aliviado, pues ahora sí podría ayudar a mi mamá, pero de mi cabeza no salía el proyecto que teníamos planeado, que nos iríamos del país.

En ese trabajo yo ganaba 15 y último (ya no recuerdo cuánto ganaba entre tanta devaluación del bolívar), pero una vez empezando a trabajar ví el impacto de la inflación. Es decir, todos sabemos que hay una súper-inflación, pero yo pude ver como el dinero se hacía agua en tus manos.

Uno de esos días estábamos llegando a una situación que era terrible, pero mi día de cobro llegó, le di la tarjeta a mi mamá y ella regresó con dos bolsas, no tenían muchas cosas y en eso se había ido toda la quincena, en cosas que nos durarían dos semanas máximo y "estirando" todo lo más posible. Eso fue deprimente y ver las noticias no ayudaba.

"La Asamblea Constituyente" se dió el año pasado y ver cómo ellos hacían todas las trampas y la hacían realidad fue frustrante, y peor aún fue darse cuenta que la oposición es una porquería, que no sirve y que sólo se interesan en ellos. En vez de estar con la gente y no seguirle el juego al gobierno.

En mis últimos días de trabajo pude ver la última de las decadencias, que yo viví, de Venezuela. La falta total de transporte público, horas y horas demoraba yo para conseguir una camioneta, y allí empezó una moda, los camiones, el nuevo método de transporte.

Cuando conseguimos un negocio para la venta de la casa nos alegramos un montón, al fin cumpliríamos la meta que nos habíamos propuesto.

Al venderse la casa de inmediato nos pusimos a vender todo lo que en ella había. Esos últimos días en Valencia, vivimos en la casa de la mejor amiga de mi mamá, terminamos de arreglar unos detalles y de allí nos fuimos a Caracas, a pasar un tiempo con nuestra familia, pues era diciembre.

Teníamos programado empezar el viaje el 15 (día de mi cumpleaños) pero otro problema surgió y tuvimos que quedarnos unos días más.

Estaba el gran problema con el efectivo, en ninguna parte se consiguia y nosotros los necesitábamos para poder tomar los buses para llegar a la frontera con Colombia.

En conjunto de unas de mis tías y un primo, ideamos un plan para conseguir efectivo y lo logramos, al día siguiente arrancamos el viaje que nos trajo a Perú.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2018 ⏰

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