Pereza

401 65 11
                                    

"La pereza forma parte de nuestra vida, pues vivimos con ella".

El cansancio que recorría en todo su cuerpo, no lo dejaba estar por más tiempo despierto.

Y escuchar sin parar al chico de lentes no hacia mas que darle sueño, pues ya llevaba casi media hora hablando de lo mismo sin ni siquiera detenerse.

Todos sus compañeros de seguro pensaban lo mismo que él, pero por lo visto nadie lo detenía o en su defecto callarlo.

Ni siquiera el más explosivo de la sección, le gritaba que se callara de una vez. Y aunque no le importaba lo que le sucediese, podía decir que llevaba días con esa actitud sumisa y callada.

Para ser exacto desde que él y Izuku comenzaron a salir, pero como dijo antes no le interesaba lo que le pasara a Katsuki.

—Deben comportarse, le están dando mala reputación a la clase 1-A —cada vez hacia extraños movimiento con las manos —. Por culpa de ustedes el sensei se fue.

—No fue por nuestra culpa, Iida-kun —hablo el chico más tímido del aula(Midoriya) —. Aizawa-sensei dijo que nos daba la ultimas horas libres.

—En que momento lo dijo —por lo visto el de anteojos no lo escuchó.

—Mira que hablas de nosotros y tu ni pones atención a lo que dijo Aizawa —fue  el turno del pervertido numero uno en hablar —. Estuviéramos aprovechando para ver las tetas de las chicas —grito mientras sangraba por la nariz.

—Eres un asqueroso, Mineta —fue el grito de todas las mujeres presentes.  
Lo único que gano el pobre enano fue unos cuantos golpes de parte de Jirou.

—Muy bien, entonces que haremos para pasar el tiempo —expuso el presidente, cansado —. Pero levante la mano para hablar uno por uno.

Todos permanecieron en silencio, ya que ninguno tenía una idea de que hacer, a excepción de mas bajo que yacía inconsciente en su pupitre.

—Y si jugamos un juego —levanto la mano el pelirrojo con una sonrisa —. Tenemos permiso de salir de aquí.

—Es cierto, el profesor lo dijo —apoyo el poseedor de la particularidad eléctrica.

—Que no sea ningún juego vulgar —amenazo Momo —. Ya se, porque mejor no jugamos a las escondidas.

—Me parece una excelente idea —apoyo la chica de la gravedad —. Pero quien sera el que busque a los demás.

—Podemos hacerlo a base de votación —propuso Tokoyami, cosa que sorprendió a varios, ya que no pensaron que jugaría.

—Quien este de acuerdo levante las manos —ordeno el delegado.

Siendo que casi todos la alzaron. Ya que algunos no pensaban gastar su valioso tiempo jugando en algo estúpido. Entiéndase por Katsuki Bakugō.

—Todoroki-kun —sintió unas suaves palmaditas en su hombro derecho.

Y al voltear la mirada en esa dirección se encontró con el rostro sonrojado de su tierno novio.

—Jugaras verdad, Todoroki-kun —el primer impulso que tuvo fue besar los rosados labios de su pareja, pero se contuvo.

No debía apresurar las cosas, después de todo apenas tenían unos días de estar saliendo, y no quería asustar al pecoso.

—Yo quería irme a dorm... —no tuvo el valor de continuar al ver la cara suplicante de su chico —. Esta bien jugaré.

7 Pecados CapitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora