│La Apuesta│Miku × Kaito • MiKaito│

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El primer día de clases. Siempre es una buena experiencia, ¿No?. Es muy emocionante entrar por la entrada y ver las instalaciones en las que aprenderás por tres años, conocer gente nueva, poder cambiar de aires, a cualquiera le encantaría la idea.

Menos a Miku

La verdad, Miku estaba sumamente nerviosa ese día, no conocía a nadie, y al parecer, todos ya se conocían, pero ella... ella era la única que no conocía a nadie, le asustaba la idea de conocer gente nueva, pese a lo muy sociable que era, y tenia miedo de pasársela excluida los tres años que estudiaría ahí.

— ¿Que haré? ¿Que haré? — pensó la joven, se notaba su nerviosismo a millas, y no era capaz de caminar por esa entrada e ir a su salón correspondiente —. No quiero entrar por ahí, da miedo. Seguro no tendré amigos y todos me dejaran atrás, me van a excluir mis tres años de preparatoria, esto se acabo, mi vida social se acabo...

— ¡Hey!, ¡Si vas a entrar hazlo ya, estorbas! — le hablaron desde atrás.

— ¡Perdón! — dijo volteando y acto seguido disculparse — Que... Lindo... Parece un príncipe... — pensó la joven.

Frente a ella estaba un chico rubio, se notaba que era de tercero, por lo que Miku se sobresalto un poco.

— ¿Que tanto me ves? — cuestiono serio el chico

— Nada... — respondió apartando la mirada.

En ese momento Miku se veía tan pero tan tierna que incluso su contrario se sonrojo notablemente.

— Soy Rinto — exclamo tratando de ocultar su sonrojo — ¿Y tu?

— Miku... Hatsune Miku...

— Eres nueva, ¿No?. No deberias quedarte parada en la entrada, todavía hay muchos alumnos entrando, alguien podría empujarte y podrías salir lastimada, enserio.... eso es de idiotas. Eres una pequeña idiota — dijo con un toque de gracia

— Esto... No se burle de mi, por favor....

— Rinto — dijo interrumpiendo a ambos una voz femenina muy tranquila, era una chica rubia muy linda — Hay que entrar.

— Es muy hermosa — pensó la peliceleste

— ¿¡Eh!?. ¡Y yo que quería seguir con la pequeña idiota! — exclamo en un tono infantil —. Bueno, no vemos luego, pequeña idiota