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--¡¡Vamos Cedric!!--

--¡Tú puedes!--

Cedric acababa de entrar en el bosque y estaba a punto de encontrarse con el boggart.

Efectivamente, no tardó mucho en toparse con el armario.

Esta vez, el armario comenzó a temblar, hasta que el boggart salió. Cedric estaba con la varita en posición de defensa.

Cuando el boggart salió se transformó en Voldemort, pero un segundo después se transformó en un dementor, y casi instantaneamente en su padre muerto, luego volvió a transformarse en Voldemort, y tan pronto como había salido, volvió a entrar en el armario.

--¡Vaya! Increíble-- comentó Dumbledore-- parece que la valentía de Diggory supera todos sus miedos. No había visto nunca nada igual.

Después de eso, para Cedric fue pan comido conseguir la bolsa de tela del dragón.

Con unos cuantos hechizos aturdió al dragón hasta dejarlo desmayado en el suelo y después poder coger la bolsa.

Salió del bosque muy feliz y con la mirada en todos sus compañeros de Hogwarts.

Había muchas chicas que gritaban y reían nerviosas cuando Cedric les miró.

--Maravilloso-- objetó Dumbledore.-- Y ahora, el turno de ¡¡Fleur Delacour!!

Tan solo las alumnas de Beauxbatons aplaudieron.

Fleur entró sonriente y con la cabeza bien alta.

Se adentró en el bosque al igual que los dos concursantes anteriores.

Cuando Fleur vio a lo lejos el armario, se acercó corriendo con la varita en alto.

Instantaneamente el armario se abrió y apareció ella, siendo pegada y maltratada por un hombre que no tenía cara, ella gritaba y lloraba, pero no le dio tiempo a replicar más porque rápidamente la verdadera Fleur pronunció el contrahechizo.

--¡RIDIKULOUS!-- gritó con la cara roja como un tomate.

Y sin más demora salió corriendo.

Cuando llegó a la explanada donde el dragón dormía, inmediatanente visualizó la bolsa de tela.

--¡¡Levicorpus!!-- y el dragón, sorprendentemente, quedó suspendido en el aire.

--¡Cómo lo ha hecho!-- Hermione estaba estupefacta-- Es casi imposible realizar ese hechizo con cosas o animales muy grandes.

Harry y Ron estaban con la boca abierta.

Mientras tanto, Fleur mantuvo al dragón en el aire, hasta que cogió la bolsa. Luego volvió a dejar al dragón en el suelo y salió corriendo del bosque.

--¡Impecable!-- Dumbledore también parecía sorprendido.

Todo el mundo aplaudía a Fleur, y algunos hatsa se lenvantaban de sus asientos.

--Ahora, rogaría que todos los participantes se reuniesen aquí-- pidió el director.

Más tarde Cedric, Krum y Fleur estaban al lado de Dumbledore.

--Bueno, ahora comenzarán las puntuaciones. Yo tengo los datos que me han pasado los jueces, así que, sin más dilación...-- hizo una pausa mientras revisaba el pergamino.

--En tercer lugar, con 72 puntos sobre 100, Viktor Krum.--

Hermione hizo una mueca de disgusto.

--Bueno, no podía ganar en todo, ya es bueno en quidditch-- dijo Ron.

Todos aplaudieron cordialmente.

--En segundo lugar, con 90 puntos sobre 100, Cedric Diggory--

Todos los alumnos de Hogwarts aplaudieron.

Fleur estaba muy emocionada y daba pequeños saltitos al lado de Dumbledore.

Las alumnas de Beauxbatons gritaban y se abrazaban unas a otras.

--Y en primer lugar, con 97 puntos sobre 100, ¡la señorita Fleur Delacour!

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Un par de horas después de la primera prueba, todos los alumnos regresaron a sus respectivas salas comunes, pero Hermione había decidido leer un libro en el linde del bosque en lugar de subir a las habitaciones.

No estuvo mucho tiempo leyendo, a las 7 de la tarde ya subía por el camino que llevaba al castillo, estaba absorta en sus pensamientos, hasta que una voz la llamó.

--¡Granger! Espera-- un chico rubio corría detrás de Hermione por los jardines.

--¿Qué quieres?--

--Tenemos que hablar-- el Slytherin apoyaba sus manos en sus rodillas y jadeaba.

--Lo siento, ahora no puedo-- Hermione llevaba algunos libros en sus brazos.

--Por favor Granger, lo siento. Nunca había tenido una amiga como tú--

--¿Si? Pues los amigos no se insultan--

Draco sabía lo cabezota que podía llegar a ser Hermione, aunque esta vez tenía razón, pero, pensandolo, volvía a estar en la misma situación que hace unas semanas, no podía decirle que le gustaba.

--Mira, creo que deberíamos dejar de hablarnos, tú ya cumpliste tu tarea de ayudarme a recuperar las clases, de hecho, mañana seguramente me quiten el vendaje.-- y tras una breve pausa añadió-- Además, tú ni siquiera querías ayudarme, ahora no te quejes. Y no me llames Granger, mi nombre es Hermione.

Hermione iba a darse la vuelta y seguir con su camino, pero una mano la detuvo.

--Siempre vas a ser Granger, hasta que te conviertas en Malfoy--

--¿Qué?-- Hermione no quería creer lo que oía.

Draco tomó aire varias veces y confesó.

--Me gustas Granger-- dijo recalcando esta última palabra-- Desde que te ví en el andén 9¾. Llevo 3 años intentando llamar tu atención de todas las maneras posibles y, claramente, la que más surtía efecto era la de insultarte. Creeme que me dolía más a mi que a ti llamarte sangre sucia, pero cuando le dije a mi padre que me gustabas, en primer curso, él me dijo que no merecías respeto alguno y que debía llamarte sangre sucia, me lo recordaba todo el tiempo. Y eso hice. Hasta que hace un par de meses murió, me pude acercar a ti e intentar enamorarte, aunque sabía que lo tenía difícil, después de todo este tiempo, y yo ya estaba convencido de que no lo conseguiría, pero cuando ví eso que escribiste en el pergamino supe que quizá quedase algo. Así intenté hacerme tu amigo primero, iba bastante bien, hasta que te dije eso, creeme, no quise decirlo, pero tampoco quería decirte que me gustabas, así que tuve que mentir y entiendo perfectamente que te enfadaras, pensé que nos reconciliaríamos, pero cuando te vi bailar con Krum supe que tendría que esperar al menos otros tres años hasta poder volver a hablarte. Y lo siento Granger, los siento, porque pensé que hacía lo correcto, pero cuando mi padre murió me dí cuenta de lo equivocado que estaba. Perdoname, sé que sólo tengo 15 años, pero nunca me había sentido tan feliz con una persona a mi lado.--

El slytherin mantuvo su mirada clavada en el suelo, hasta que Hermione le levantó la barbilla con su mano y le besó.

Poco a poco el beso fue haciéndose más intenso, hasta que sus lenguas se mezclaron.

Hermione expresaba lo mucho que lo amaba y se compadecía por él.

Draco expresaba todo el amor que no le había podido mostrar en años.

Ambos se habían besado ya una vez en la biblioteca, aunque no fue un beso tan cargado de sentimientos como este.

Cada uno se mezclaba con el olor del otro, provocando una fusión de menta con vainilla.

Déjame Tu Libro, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora