Infancia.

29 2 0
                                    

Recuerdo cuando Ryan y yo apenas éramos niños, siempre jugábamos juntos en el parque y en mi jardín, nosotros con solo con 12 años ya nos teníamos un cariño y unión muy fuerte, yo no tengo hermanos ni hermanas, una de las únicas cosas que les agradezco a mis padres es eso, ser la única, pero el hermoso Ryan tiene una pequeña y atormentadora hermana menor, al igual que él deslumbra con sus espectaculares ojos azules, mi odio crecía al ver lo perfecta que era. Gracias a sus brillantes calificaciones le dieron becas en muchas escuelas del país. Meses antes de mi cumpleaños la asquerosa niña perfecta se mudó por fin, con su tía en Liverpool, al fin Ryan y yo solos...

Días antes de mi cumpleaños mi papá quería ir de caza pero le dije que si lo podíamos hacer el fin de semana para así poder invitar a Ryan y a sus padres, el día viernes partimos a la cabaña de mi papá en el bosque, mientras mis padres y los de él preparaban todo en la cabaña yo invite a Ryan a la vieja cochera de la casa, ahí mi papá tenía un revólver, dos viejas escopetas y una buena cantidad de cuchillos de caza, "Son para degollar animales" –Le dije a Ryan mientras sacaba 2 cuchillos y los guardaba en mis pequeña mochila-, él extrañado me pregunta "¿Qué es degollar?" –Mi padre ya me había enseñado a hacerlo la última vez que habíamos venido de caza-, le explique como lo tenía que sujetar y como debía quitarle la piel a los animales, su cara se veía tan hermosa, muy extrañada y con algo de miedo por lo que le había dicho, salimos de la cochera y fui a tomar cuidadosamente uno de los conejos que mi padre criaba para venderlos, metí mis manos en la jaula y tome uno de los más pequeños y lo amarré del cuello fuertemente con una agujeta, su chillido solo me daba risa, jajaja vaya que estaba a punto de estallar con una carcajada. Mientras buscaba el conejo Ryan me esperaba fuera de la cochera, cuando me vio con el animal en las manos me preguntó ¡¿Victoria... acaso estas loca, que quieres hacer con ese conejo!? Yo aun con unas inmensurables ganas de reír le dije –Ryan, hoy vas a aprender como es la cacería de verdad, ¿sino para que vinimos?, solo mira como lo hago y así aprenderás, mientras èl me veía con cara de horror, yo estrangulaba al animal que no puso mucha resistencia, luego para asegurarme le rompí el cuello con mis propias manos, el estaba inmóvil, con sus pupilas dilatadas, yo seguí como mi padre me había enseñado, tome el cuchillo y abrí al animal desde la parte inferior de la cabeza hasta los genitales, llenándome de sangre las manos y la ropa le seguía quitando la piel, la respiración de Ryan estaba siendo muy fuerte, pero él estaba inmóvil y perplejo a lo que yo hacía. Mientras yo reía degollando al animal el poco a poco estaba volviendo en sí, cuando termino de quitar la piel se la pongo en sus manos, él con sus pupilas dilatadas, cara en shock y manos temblorosas me dijo "Gra... Graci... Gracias Victoria" y cómo plomo cayó frente a mi. Me empecé a emocionar, pensé que me quería abrazar, pero pronto me di cuenta que estaba desmayado, lo golpee con cachetadas y no reaccionaba, algo asustada empecé a limpiarlo todo para que nuestros padres no lo notaran, mi ropa tenia sangre al igual que la suya por mis intentos de reanimarlo. Salí y tomé una cubeta con agua que estaba al lado de la ventana de la cocina, rápidamente sin que los adultos me vieran la lleve a la cochera y empecé a echarla en la cara de Ryan, en pocos segundos despertó y le pregunté si estaba bien pero... Con cara de miedo, pánico y ansiedad me gritó "! No te me acerques monstruo ¡"... Eso quebró mi corazón en mil pedazos, la alegría que yo tenía por verlo despierto se iba transformando en una gran tristeza y la tristeza en frustración. Mientras escuchaba a lo lejos como le decía sus padres lo que paso y les rogaba irse, mis lágrimas iban saliendo muy lentamente, yo no lo quería hacer sentir mal, rápidamente todos llegaron a la cochera, mi padre al verme el cuchillo, la sangre regada por la ropa y el charco en el piso gritó "!¿Victoria que diablos hiciste ahora¡?... yo sentada abrazando mis piernas y llorando le señale a la esquina y desesperado empezó a moverlo todo y encontró a la criatura sin piel en un charco de sangre.

La madre de Ryan le gritaba a su esposo para irse de ahí, le decía que yo era un monstruo y que tenían que irse lo antes posible de aquel lugar, ella desesperada insulto a mis padres diciéndoles que todo era su culpa, pero no era así, yo quería hacerlo, yo quería que Ryan viera como degollaba al conejo...

Ellos se fueron y a las pocas horas nosotros igual, mi padre mas nunca me vio a la cara, mi madre solo lloraba de tristeza, una niña sin malas calificaciones, con amigos, esa hija ideal que ellos deseaban siempre tener había empezado a cruzar una frontera que solo la convertiría en ese monstruo al que todos temen que salga.

No volví a festejar ningún cumpleaños, y ahora tenía que ir 3 veces por semana a un psiquiatra. Cosa que hacía esporádicamente porque me escapaba, me encontraba con las voces, esas que siempre me decían que hacer, todos los días me esperaban a las afueras de la ciudad, muy cerca del bosque en un edificio de vigilancia abandonado.

Amor EnfermizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora