Capítulo 1

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Yukichi Fukuzawa, líder de la Agencia Armada de Detectives, ha notado a uno de sus agentes más cerca de lo normal, Atsushi Nakajima. Siempre cerca y oportuno para ayudarle con algún pequeño detalle. En ésta ocasión le ayudaba a regar algunas macetas.

En un principio pensó que era sólo casualidad, pero la frecuencia empezó a darle sospechas. Quizás quiere un aumento... No sabía ni que pensar, decidió darle fin a sus dudas.

-Nakajima-kun. -llamó el mayor.

- ¿Sí, Fukuzawa-san? -respondió.

- ¿Quieres un aumento? -preguntó sin más rodeos.

-Hum... -lo pensó por un momento. Señalando la negativa a su pregunta. - ¿Si lo pido lo tendré? -

-No. -respondió.

-No era eso lo que buscaba, ¿por qué lo pregunta? -quiso saber.

-Fukuzawa-san~ -llamó cierto castaño envuelto en vendajes.

Debía atender algunos asuntos urgentes. La conversación fue interrumpida, Yukichi pidió que alimentaran a sus gatos antes de salir.

-Te lo dejo Atsushi-kun, debo antender algunas cosas. -se libró el flojo.

El albino hacía las cosas con un propósito, agradecer a Fukuzawa por haberlo aceptado en la agencia, y además cuidar de él. Alimentó a los mininos, que se restregaban contra sus piernas de manera mimosa, ronroneando y mauyando.

Volvió a su lugar de trabajo. Sus compañeros sabían lo que Atsushi quería lograr, agradecer, sin embargo, éstos pensaban que exageraba y disfrutaban de hacerle bromas, así como molestarlo.

- ¿Terminaste de ser el gato de Fukuzawa? -se burló Rampo.

Nakajima lo miró confundido, desde hace un corto tiempo que Edogawa se comporta de esa manera sarcástica y atacante con él. Se pregunta constantemente la razón de ello, pero nunca logra entender, tampoco ha querido preguntar. La solución, ignorarlo.

-Atsushi-kun, la mejor forma de agradecer a Fukuzawa-san, es dominando por completo a la bestia que llevas en tu interior. Así podrás ser un gato y harás a Fukuzawa-san muy felíz~ -habló Yosano, bromeaba claro está.

La mayoría se rió, dándole la razón a Yosano, no era más que una simple broma, pero el joven albino, tomó en serio sus palabras, entrenará incansablemente hasta lograr dominar al tigre.

Mientras, en el transcurso de los días, no paraba de ayudar a Fukuzawa en lo que sea que le pidiera, en algunas ocasiones era recompensado con dulces y palmadas a su cabeza. Comenzaba a disfrutar de aquello, ahora no sólo era dar las gracias, también era recibir de recompensa alagos y palmaditas a su cabeza.

Un día ayudaba al líder a limpiar su librero, apilaba los libros para poder limpiar el polvo. Yukichi entró, tropezó con algunos libros, empujó al albino por accidente, y ambos cayeron, el mayor sobre el menor. Ranpo escuchó el estruendo, fue a investigar.

Lo que vio no fue para nada de su agrado, Fukuzawa y Nakajima en una pose comprometedora, el albino sonrojado, el de boina se retiró sin decir nada. El par se ayudó el uno al otro a levantarse, se ofrecieron una disculpa, Yukichi debía hacer algo, pidió al albino que terminara de ordenar, y se marchó.

Una día más, y por fin lo logró. Pudo hacer que únicamente su cola y orejas salieran. Controló a la bestia, incluso sus manos y pies podían volverse zarpas. Estaba contento, no podía contener su alegria, llamó a la persona que más confianza le tiene, Osamu Dazai.


Nota: Gracias por leer! Créditos a Mike por la idea \:D/ Nos leemos luego~

¿Cómo dar gracias? - Fukushi (Fukuzawa x Atsushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora