Capítulo 4

2K 170 57
                                    

Algunos días pasaron; por lo visto, Nakajima se había ganado el odio de Rampo, no importaba lo que hiciera para intentar agradarle al de boina, siempre recibía sarcasmo a modo de respuesta, siempre agresivo, siempre a la defensiva.

-Buenos días, Rampo-san. -saludó con una sonrisa el albino. 

Una vez más sólo recibió una mirada de desprecio, sintió una punzada de dolor, esa mirada le trajo malos recuerdos, sus viejos cuidadores en el orfanato. 

-Rampo-kun parece de mal humor hoy, ¿no te parece, Atsushi-kun? -preguntó cierto castaño, Atsushi se ruborizó al ver a su mentar tan cerca, más recuerdos. 

-D-Dazai-san, buenos días... -saludó sin siquiera centrarse en lo que le dijeron. 

-Tal vez deberías hablar con él para arreglar el problema. -aconsejó. Nakajima lo consideró por un momento, hasta que el castaño volvió a hablar. -Sé de algunas buenas técnicas para arreglar problemas también. Si te interesa puedo enseñartelas. -, Osamu le guiñó, dedicándole una mirada cómplice. La vergüenza embargó al menor, tiñendo sus mejillas de rojo. 

- ¡Dazai-san! -se quejó el pobre chico. 

-Tranquilo~ Sólo fue una broma~ -alzó las manos al aire en señal de inocencia. -Bueno, volveré al trabajo. -anunció. 

Atsushi sólo pudo mirarlo con incredulidad, Dazai pocas veces trabajaba, por lo regular se sentaba en algún lugar por ahí y leía su espeluznante libro, si no intentaba cometer suicidio... Negó con la cabeza ante esa idea. Una nueva tomó su lugar, si bien era cierto que Edogawa tenía algo contra él, pero Dazai tiene razón en algo, puede hacer las paces con una ofrenda, algo similar a lo que hizo con Fukuzawa para dar las gracias, esta vez será una ofrenda de paz. 

Siguió en silencio al detective Rampo hasta su casa, a mitad del camino el de boina se detuvo. Se giró en dirección al árbol donde Nakajima se ocultaba.

-Atsushi-kun, sal de ahí, sé que me sigues desde que salí de la Agencia. -habló. El albino no tuvo más opción que salir de su escondite. Una vez más, una mirada fulminante le atravesó el alma. - ¿Qué quieres? -dijo mordaz. 

-Yo... Quiero hacer las paces contigo Rampo-san. -explicó al tiempo que acortaba la distancia entre ambos. Rampo sonrió con arrogancia. 

- ¿Y cómo pretendes hacerlo Atsushi-kun? -preguntó. - ¿Con una felación? -, Atsushi abrió los ojos sorprendido. - ¿Vas masturbarme? ¿Tendrás sexo conmigo? -continuó, el albino lo miraba como si no entendiera lo que ocurría, ésto molestó aún más a Edogawa. -Atsushi-kun, deberías dejar de fingir inocencia, como si no supieras de lo que hablo... Lo que acabo de mencionar ya lo has hecho con Dazai-san, y... Fukuzawa-san... ¿no es así? -, Atsushi quedó en shock por un momento. 

- ¿C-Cómo...? -

-No es difícil adivinar lo que ocurre entre ustedes... -interrumpió. -Estoy seguro que más de uno en la Agencia sabe lo que ocurre. -Atsushi tragó pesado. -El chico inocente y adorable al que todo el mundo quiere, ¿en verdad creíste que caería en tu estúpido truco? -El albino retrocedió al tiempo que Rampo avanzó. -No Atsushi-kun, yo puedo ver detras de tu máscara. Tu no eres más que una puta. -señaló. 

-Rampo-san... -, la voz se le quebró al pronunciar su nombre. Gran parte de sus palabras tenían sentido y razón, pero no era algo así... Nakajima no es una puta...

El de boina se dio la media vuelta y siguió su camino, dejando tras de sí al albino, afectado por sus palabras. 

Nota: Hola! Disculpen la demora (^<^)U Gracias por su paciencia y su presencia! Espero lo hayan disfrutado, nos leemos luego!  
Pd: K \:u/ esto es para ti x) 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 27, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Cómo dar gracias? - Fukushi (Fukuzawa x Atsushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora