Capítulo 2

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Incansables golpes llamaban a su puerta. Osamu abrió con pesadez, estaba ocupado pensando en el mejor método a probar para su siguiente intento de suicidio. 

Atsushi lo recibió con una gran sonrisa y unas incontenibles ganas por mostrarle algo nuevo. Lo invitó a pasar, se sentaron en la sala, Nakajima hizo sus orejas y cola aparecer. Al castaño se le subió el calor a la cabeza, provocándole un sangrado de nariz. 

- ¡Discúlpame un momento! -chilló corriendo al cuarto de baño. 

El albino miró confundido a su mentor. Un par de minutos después, Osamu regresó con tapones de papel en su nariz. 

-Veo que te tomaste en serio la broma de Yosano-san. -elogió. -Felicidades por tu logro Atsushi-kun~ -, sonrió. 

-Con esto podré agradecerle a Fukuzawa-san, ¿cierto Dazai-san? -preguntó con el rostro lleno de esperanza. 

- ¿Cómo piensas agradecerle? Es gracias a él que puedes controlar al tigre. -habló destrozando las ilusiones del menor. 

Un aura apesadumbrada rodeaba al pobre albino. El castaño se arrepintió, tarde, de sus palabras. 

-Pero te diré un secreto. -comenzó. -Yo sé cómo agradecer a Fukuzawa-san, si quieres, te enseñaré a agradecer correctamente~ -sugirió. 

El menor no se lo pensó ni una vez, simplemente se arrodilló ante su mentor, tomó sus manos. 

-Por favor Dazai-san, dígame como agradecer. -pidió. 

El mayor sonrió. 

-Claro Atsushi-kun. -aceptó. 

Guió las manos de su pupilo hasta su miembro. 

-Esta es la mejor forma de dar gracias. -le susurró al oído. 

El castaño guió cada uno de sus movimientos, Nakajima era un chico, por lo que no estaba tan perdido, pero nunca será igual hacerlo a alguien, que a ti mismo. Siguió cada indicación que le daba Dazai, dejó su erección al descubierto, lo tomó, dando lentos movimientos, sobre todo en la punta y la base. 

-Chupalo. -pidió el mayor. 

Obedeció, llevó la virilidad hasta su boca, engullendo lentamente, estaba realmente avergonzado, pero esto le servirá para saldar su deuda con Yukichi. Lamía como si de una paleta se tratase, haciendo fogozos sonidos. 

Osamu lo tomó con suavidad para guiarlo, más rápido, un cálido líquido llenó su boca. Abrió la boca dejando salir la esencia de su mentor, con las orejas y la cola parecía un gato que recién tomó de leche, quizás no estaba muy lejos de la realidad pensó Dazai. 

Acarició la cola del minino, Atsushi gimió al ser recorrido por una oleada de placer. Ambos se miraron con sorpresa. Recostó al albino sobre sus piernas, dando masajes a su cola, como si fuera su miembro. Bajó sus pantalones, un dedo profanó la entrada del más joven. 

- ¿D-Dazai-san...? -llamó.

Escuchar su nombre con aquella voz preocupada, le hizo volver a la realidad, Nakajima debía irse de ahí lo antes posible, era demasiado tentador para tenerlo justo enfrente. 

-No olvides dar esto a Fukuzawa-san. -le recordó liberando a su pupilo, ya le ha enseñado suficiente por hoy. 

Nakajima se arregló las ropas, agradeció infinitamente a su mentor por haberle enseñado aquéllo, ahora podrá dar gracias a líder de la Agencia. Su aspecto volvió a ser de un humano, volvió a casa, mañana será un día especial.

¿Cómo dar gracias? - Fukushi (Fukuzawa x Atsushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora