8 Los niños guiaran

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El amanecer finalmente llegó. Sin embargo, nadie dormía excepto Luca, que sabía que tenía que dormir cuando podía, y Uhura, que se había despertado constantemente de malos sueños. Todos se movían silenciosamente por el campamento, empacando lo poco que tenían. Spock logró condensar las cuatro mochilas a dos y llevaba la más pesada de las dos mientras Jim cargaba con la otra. Estarían en camino dentro de media hora.

Antes de marcharse, Kirk le dio a todos una lista de reglas que debían seguir:

1. Mantenerse siempre a una distancia mínima de 6 metros de cualquier área que pareciera estar infectada.

2. Si llegara a ocurrir que usted resulta estar más cerca de eso, encuentre un lugar donde lavar su ropa lo más rápido posible.

3. Manténgase a contra viento del hongo si es posible.

4. No coma nada que no esté en un recipiente sellado a menos que sea un último recurso.

5. Cualquier cosa previamente sellada debe ser consumido dentro de 48 horas.

6. Lo más importante, siempre estar con al menos otra persona.

Uhura estaba un poco confundida acerca de lo que estaba pasando, habiéndose perdido la discusión de la noche anterior. Afortunadamente, ella aceptó los términos y McCoy también. Jim estaba un poco preocupado de que Bones no peleara, pero como decían a caballo regalado no se le mira el diente.

Nadie comentó que los cuerpos habían desaparecido al amanecer. En algún momento de la noche, cuando todos habían intentado, no con éxito, dormir un poco, Spock había salido y los había enterrado.

Kirk había protestado en silencio fuera de la estructura de roca. Los cuerpos debían haber sido quemados. Cualquier espora que pudieran haber inhalado o adherido a su ropa habría sido quemada con los cuerpos y el humo sería enmascarado por el cielo nocturno y la luz oscurecida por las rocas.

Spock simplemente había dicho que, con un entierro, los cuerpos podrían ser recuperados, identificados y devueltos a sus seres queridos después de la descontaminación. El humano se detuvo después de eso, pero su ansiedad se mostró después.

Había algo que no estaba diciendo, eso era obvio. Spock no le presionó para obtener más respuestas. Si era perjudicial para su supervivencia, el capitán no se habría rendido, por lo que Spock enterró los cuerpos mientras Kirk vigilaba el campamento.

Kirk se dio cuenta que mientras nadie estaba particularmente bien descansado, especialmente después de la noche anterior, no había visto a Spock descansar desde que abandonaron el barco. Él no trajo ese hecho. Todo lo que Spock diría es que los vulcanos podían funcionar casi dos semanas sin dormir. Kirk no dudaba de eso, pero estaba bastante seguro de que sólo era cierto si por lo menos meditaba en ocasiones para lograrlo. Ya que Spock había sido incapaz de meditar con éxito antes de salir a este desastre de misión, lo más probable era que no lo hubiera hecho aquí.

Tuvo que forzar el pensamiento fuera de su mente. Spock seguía funcionando por ahora y el cambio de ubicación tenía prioridad. El viaje de varios días tendría un costo sobre ellos por la falta de suficiente comida y agua fresca. Tendrían que guardar sus phasers, para que pudieran iniciar fogatas o encontrar un método alternativo. Nada se podía consumir, agua o comida, sin ser esterilizado. Debían ahorrar sus phasers y ser usados como último recurso sino se disminuiría drásticamente su defensa. Los phasers sacados de los bandidos eran extremadamente bajos, ya que les estaba dando sólo unos cuantos disparos demás.

Jim mordió su labio inferior mientras pensaba esto. Había estado en peores situaciones en Tarsus, pero no tenía que preocuparse de seguir el protocolo, y no quería que los demás vieran lo que él había tenido que hacer en Tarsus, cuán bajo había caído. Si lo peor llegaba, lo haría, pero eso no era necesario ahora.

Cardinal RuleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora